Capítulo segundo: Sniff Sniff...

13 4 0
                                    

¡Mierdaa! ¡He hice el ridículo otra vez! La presentación fue un desastre. Mejor vamos al jardín a pensar un poco la situación...
Cuando había sonado la campana, me dirigí (de hecho, todos lo hicimos) a el auditorio, o al salón de recreación, como quieran llamarle. Al ser pocos estudiantes nos teníamos que presentar uno por uno subidos en un escenario y con un micrófono HIGH DEFINITION 2016. ¡A la mierda! ¡Quieren matarme de un infarto estos perros!
Estuve escuchando todas las presentaciones de todos los nerds que subían y me sentí a gusto. Hasta que escuché mi nombre. La puta madre.
¡Okey, tranquila! Es ir , decir tu nombre, nacionalidad, boludeces y listo. ¡No hay de qué preocuparse!
Y me la creí. Apenas subí se me acalambraron las piernas antes de ver al público que me rodeaba. Parecía un concierto de la gente que había. Alzé la vista, y creo que habían pasado mas de 5 minutos hasta que me di cuenta de que tenía que hablar. Decidí retirarme de las vergüenza que me agarró. Así es. ¡Salí corriendo sin decir alguna palabra! ¿Que a donde fui? Me encerré en el baño....
¡Toda un nena!
Pero al fin todo había terminado, y me encontraba en el patio almorzando. Hasta que alguien le buscó el pelo al huevo...
"-Hola miedosita" - dijeron desde lejos
¡No sé quien mierda serás pero SOS un pelotudo! Bueno basta, hay que tranquilizarse...
Me comporté como una señorita y no le dije nada. Después miré a esa persona con cara de mala hasta que noté que cada vez se acercaba más.
¡Dios mío! Acá muero, mamá, hasta nunca...
"-Perdón, ¿estás bien?" - dijo el chico
En ese momento cambié la cara y me sorprendí de su cambio repentino. ¡O sos pelotudo o tenes modales! ¡Decidite!
Debo aclarar que no soy histérica he, no...
"-Sí, estoy bien, gracias.." - dije fría-
"-Menos mal, no quería problemas con la Ley" - se rió frío
¡Hijo de puta!
Decidi poner cara triste para que se de cuenta de la fuerte situación que estaba pasando. En ese momento su mirada cambió, e inmediatamente se sentó al lado mío
"-Soy Jaime, seguro no has escuchado mi presentación , te estaba mirando justo a ti. Te veías rara."
Ese acento... Este daddy no es de acá...
"-Soy peruano" - agregó -
¡Ahora sí entendía todo! Sólo me faltaba una duda..
"-¿Por qué me mirabas a mí? " - pregunté -
"-Estabas muy bonita.. Pero ahora que te veo de cerca cambió mi visión de ti" -sacudió su cabeza-
¡Puto! Nada cortés de tu parte decir eso...
"-Vos no te quedas afuera tampoco he..." - reproché-
"-Si sabes que sólo juego... " -reveló-
Aún no podía creer cómo estaba socializando con un chico de la escuela. Me sorprendía. Pero... ¡Aun no me conoce! ¿Deberia presentarme? ¿Y si le doy miedo? ¡Dios mío!
Finalmente arranqué.
"-Perdón por lo que pasó ahí arriba.. Mi nombre es Sara , y soy de acá, creo que eso se nota a lejos... Si querés saber más vas a tener que convencerme" - comenzé-
"-No importa, con sólo saber tu nombre puedo hacer muchas cosas..." - con mirada pícara-
Oí sonar el timbre otra vez. Era hora de irme a casa.
Me despedí amablemente de mi nuevo "amigo", el cuál me prometió esperarme al día siguiente en la puerta del instituto, ya que eramos del mismo curso y todo.
Salí del colegio rápidamente con el fin de evitar burlas o cosas por el estilo. Cosas de pendejos, ya saben..
Camino a casa iba pensando, ¡Qué boluda fuí al no presentarme! Si ese tal Jaime se dio cuenta de la GENIALIDAD de persona que soy, sin ni siquiera haber dicho una palabra, ¡imaginense a cuánta gente hubiera ganado si me hubiera presentado! Seria la farándula del colegio.
De alguna u otra manera me pareció bueno que ese daddy haya venido a hablarme, si no mi día hubiera terminado muy fail.
Apenas llegué a mi casa, no había nadie. Mamá dejó una nota. Iba a estar en lo de mi padrastro hasta el anochecer, volvía para hacer la cena.
Me saqué mi ropa y me vestí cómodamente para esta en casa. Agarré la nota de mamá y la leí muchas veces. Tantas hasta empezar a llorar.
¿Por qué? Mi padre había muerto hace ya tanto tiempo, pero eso no era lo que me ponía triste. Lo triste era pensar en cuando volvería a pasar por la misma angustia. Por el mismo vacío sabiendo que alguien mas se va de mi vida. Él es muy viejito ahora, y necesita muchos cuidados si es que se enferma. Había sufrido de neumonía y tenía que cuidarse. Era como mi ángel guardián. Aunque no estuvo en mis primeros pasos, estuvo cuando formé mi primer camino hacia la vida y la esperanza. Por eso lo admiraba. Por el bien que le había hecho a mi familia y a mi, y no quería cambiar eso por nada.
Finalmente después del mar de lágrimas sonrei y dije.
"-Mi viejito lindo.. ¡Juntos vamos a tener un buen año! Yo en la secundaria y vos en la vida.. ¡Fuerza!"

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 10, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Sembrar colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora