02-...Amienemigos y ¿ Cabellos arco iris?...

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POV CHARLIE

Hace unas pocas semanas llegué a Seattle para vivir con mis familia nuevamente, anteriormente residía en México, necesitaba ver a mi familia y comenzar de nuevo después de vivir en un engaño entre mi ex y mi mejor amigo. Poco lo superé pero aún duele un poco.

Aquí conocí a una chica, pero se me hace muy conocida solo que no doy de donde la conozco.



En fin me gusta molestarla pero no creo que nos encontremos de nuevo.

Estoy en una heladería, amo los helados.

Curiosamente la niña en frente de mi se me hace muy familiar, y creo que se quien es.

Y estoy en lo cierto, se  voltea y sin querer doy un paso y estampo su helado en su pecho.

Hola Ila

Me miro feo.

—  A parte de idiota. Ciego —

—    Dijo la chica enojada.

Yo solo reí ante su comentario.

— ¡Déjame en p.....

Mi mano ahogó sus gritos, todos  observaban el show que Ila les ofrecía.

Veo que sus mejillas están un tanto rojas, se ve cómica.

— Hermana haga silencio todo el mundo nos observa, con el show que formas.

Ella pasó su lengua por mi palma.



POV ILA

Bendito el día en el que conocí a Charlie desde que lo conocí solo ha traído problemas y ya.

— Disculpa, ¿Me puedes dar unas servilletas? —  Pregunte a la chica en la caja.

— Con mucho gusto.

Veo que la chica observa a Charlie que está detrás de mí

— Gracias, si quieres te lo presento, su nombre es Plutarco.

La chica abrió tanto sus ojos que me dio miedo que fueran a saltar fuera de sus órbitas.

Sentí unos pasos detrás de mí.

— Hola

Saluda Charlie a la cajera.

— Hola Plutarco — Dice la cajera coqueta.

— ¿Plutarco? No me llamo así, pero bueno.

Le responde Charlie extrañado ante la cajera y voltea hacia mi, me agarra por el brazo y me arrastra a una mesa.

— ¿Plutarco? ¿En serio?

— Fue chistoso.

— Mírate pareces pequeño Tomatito − Me toma por mis cachetes.

— ¡No me agarres mis cachetes que no me gusta! Y no me digas así.

— Bueno, amiga te compraré un helado y recompensar el otro.

— ¿Amigos?

Lo miré raro.

— A partir de ahora.

— No somos amigos.

— ¿Amienemigos? —  Extendió su mano hacia mi.

— ¿Amienemigos? ¿Qué es eso?

¿Por qué a mí? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora