Introducción.

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- ¡Joder Alex, otra vez no por favor!

- Pero Andrea seguro que no sabes que son...

- ¡Si! Lo sé.

- Y que también...

- También lo se...

- Pero y si te dijera que...

- Alex ¡BASTA! Me has explicado todo este tema de los hombres lobo más de mil veces. Me se este tema de pies a cabeza. Te dije que me gustaban los hombres lobo, pero como sigas así al final acabaré odiandolos.

- Está bien..

(Silencio incómodo)

- Dios, lo siento Alex, pero con todo este tema de la separación de mis padres, tengo la cabeza en otro sitio.

- No pasa nada, se que no lo has hecho queriendo. Además, ya te dije que si por algún casual te enfadas con ellos o te pasa algo, mi casa es tu casa.

- Gracias por todo Alex. Eres genial.

Genial. Acabo de llegar a mi casa y lo primero que veo son mis padres y sus abogados a gritos y golpes en la mesa. Lo que me faltaba para acabar este día horrible. Se que no me tengo que meter en el divorcio de mis padres, pero a veces me encantaría reunirlos a los dos y recordar viejos y buenos tiempos. Aunque tal y como están las cosas acabarían echándose en cara todo lo que en un tiempo fue llamado amor.

Bueno, subo a mi habitación y así me libro de líos.
Abro la puerta, tiro la mochila al suelo, me descalzo y justo cuando me lanzo a la cama, suena el teléfono.

- ¿Enserio? ¿Justo ahora?

*num. Privado*

- Paso, seguro que es o una compañía telefónica, o algún iluminado que querrá hacer una broma.

Me tumbo en mi cama a escuchar música y así desconecto un poco.
Y cuando suena mi canción favorita: "In Bloom - Nirvana", se abre la puerta y mi madre asoma la cabeza.

- ¿Cariño?

- ¿Si?

- Tu padre y yo hemos negociado y hemos llegado a un acuerdo sobre con quien te vas a quedar.

- ¿Negociado? Más bien exigido.

- La cuestión es que te mudarás conmigo al pueblo.

- ¿Como? ¿Mudarme? ¿Al pueblo?

- Si, además no se de que te quejas si allí también tienes amistades.

- Lo sé mamá, pero no es lo mismo.

- Bueno, lo dicho dicho está, haz las maletas que nos vamos mañana por la mañana.

- Esta bién...

- Vamos cielo ¡Alegra esa cara!

- Yupi...

- Ay, hija, eres imposible...

*23:00 pm*

Bueno, hechas las maletas he de llamar a Alex, no se como voy a decirle esto, ni tampoco como se lo va a tomar.
Joder, no me creo que me vaya a mudar al pueblo, que no vaya a ver a Alex cada día, y que no me va a volver a contar sus historias de hombres lobo...

Supongo que sólo queda echarle valor, y decírselo...

- ¿Alex?

- ¡Andreaaa! ¿Que tal todo? ¿Bien? Seguro que si, por cierto he descubierto más cosas nuevas sobre los hombres lobo. Si quieres quedamos mañana y te las cuento, ¿Vale?

- Si, sobre eso... Em, Alex, me mudo al pueblo...

- Jajaja, ¡venga va! Ya me has hecho esa broma más de un millón de veces, ¡Ya no cuela!

- Alex, no, no es una broma. Me mudo al pueblo con mi madre ya que tendrá la  custodia absoluta y estoy bajo su tutela...

- ¿Co...como? ¿Mu...mudarte?

- Si..

- Oh...

*fin de la llamada*

¿Me ha colgado? Espera, ¿Qué? ¿De verdad me ha colgado? Bueno, será mejor que duerma, supongo que debería darle tiempo para asimilarlo...

Shewolf.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora