Llamo a la puerta suavemente, y me abre la madre de Alba, Carmen.
- ¡Hola, Andrea, cielo! Pasa, pasa, no te quedes en la puerta.
- ¡Hola! Carmen, me alegro mucho de verla! Muchas gracias por dejar que me quede a dormir.
Carmen me mira como diciendo: "anda, tonta, no me des las gracias".
Mientras avanzo por el pasillo puede ver maletas, grandes y pesadas, ¿Se irán a algún sitio? En fin, ya le preguntaré a Alba.
Al final de las escaleras está su gata, Happy, la noto como, ¿Inquieta? Nada más pasar por su lado ha salido corriendo despavorida, cosa que nunca hace, esa gata siempre me ha tenido un cariño especial.Cuando llego a la habitación lo primero de lo que me doy cuenta es que tiene toda la habitación forrada con posters de portadas de libros, pero no me sorprende ya que cuando éramos pequeñas, ella se leía los libros y luego me los explicaba.
- ¿Alba, que le pasa a tu gata?
- Tiene un celo terrible en las venas.- Dijo con tono burlesco.
- Emm, vale... Cambiando de tema, las maletas que estan en el pasillo... ¿Qué hacen allí?
- Son de mis padres, que se van esta noche a Italia. Más les vale que me traigan un regalo, porque sino les montaré un pollo nada más llegar.
- Esta es la Alba que yo conozco.- reímos las dos al uníso.
Justo al acabar la pizza, entra su madre por la puerta diciendo que se van de vacaciones, y que lo pasemos bien.
Se cierra la puerta y seguidamente Alba se gira hacia mi con sonrisa pícara.- Alba, ¿Qué haces?
- He tenido la mejor idea de todos los tiempos. Vayámomos al bosque. He oído que si te tumbas en el suelo, y estás callada, puedes escuchar los aullidos de los lobos y sus pasos como si estuvieran justo a tu lado.
- Esta bien...- Aceptó por que aquí en el pueblo no hay lobos, y así también la puedo asustar.
Fuimos directas hacia su habitación y cogimos todo lo que creímos necesario para pasar la noche en el bosque: linternas, mantas y algo que es muy importante para Alba, comida.
El camino que lleva hacia el claro del bosque es estrecho y oscuro, no se ve nada y el miedo aumenta por momentos, se que no hay lobos, pero siempre queda la duda.
Esa sensación de miedo proviene del ruido de las hojas cuando el viento las mece, de las piedras que precipitan los animales al caminar, y de las diferentes aves nocturnas que avisan de nuestra presencia.Alba va detrás mío, sin decir palabra y arrimada a mi cual lapa, cogiemdome la mano que me queda libre, ya que en la otra llevo la linterna.
El bosque es muy espeso y casi no se puede ver a través, el camino cada vez era más angosto, ya que la vegetación de un lado y del otro casi se juntan.De pronto, me paré en seco.
- ¿Que hac...
- Shh... Nos observa.
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Shewolf.
Teen FictionAndrea es una adolescente que le gusta lo sobrenatural, pero no cree en ello. Cuando sus padres se separen, ella se mudará con su madre a un pueblo peculiar por así decirlo. Y aunque ella no espera lo que ocurrirá allí, realmente, la cambiará por si...