One Shots Eunhae

Moriría por ti.

Eunhyuk

Mierda, mierda y más mierda. De nuevo había perdido una apuesta. ¿Por qué narices seguíamos haciendo aquellas apuestas? Siempre uno o más de uno de nosotros terminaba perdiendo y pasando ridículo. Pero el problema era que esta vez la apuesta había sido solo con Donghae. ¿Qué nos habíamos apostado? Pues que quien ganase elegiría un lugar para tener sexo. Y fuese donde fuese, el perdedor tenía que aceptarlo.

¿Cuál había sido la apuesta? Habíamos apostado que Siwon iría a conseguir otra biblia si le escondíamos la suya fuese la hora que fuese. Yo había dicho que no, que simplemente esperaría al día siguiente, y Hae que buscaría una como fuese. ¿Resultado? Pues evidente, yo había perdido y Siwon había bajado a la recepción del hotel a por una. Y sí...Tenían. Así que ahora me tocaba asumir las consecuencias.

-¡Donghae!-gritó Yesung- ¡Vamos! Que llegaremos tarde.

¿Dónde íbamos? O mejor dicho, ¿dónde estábamos? En París. Era el primer Super Show en Europa y estábamos ansiosos, pero no por ello menos nerviosos. Aquello era un reto. Era increíble. Me subí a la furgoneta y cerraron la puerta tras de mi.

Aquel día lo di todo en el concierto. Aunque estaba algo distraído, de vez en cuando mirando a Hae. Tenía curiosidad por dónde elegiría hacerlo. Y miedo... Porque Donghae parecía el "normal" y yo el "pervertido" de la relación pero a la hora de la verdad era de los que se corrían en tu boca sin previo aviso. Un cerdo.

Después del concierto, volvimos al hotel y tras ducharse, se tumbó en la cama vestido. Se le veía cansado. Pero era raro que no insistiera en tener sexo. Estábamos acostumbrados a no dormir durante días y trabajar al máximo.

-Me voy a la ducha...-dejé caer.

-Vale.

-¿No vienes?

-Ya me he duchado. ¿No lo has visto?

-Pero... ¿En serio no vienes? ¿Y la apuesta?

-Era donde yo quisiera. ¿No?

-Si...

-Bien, pues dúchate y prepárate.

-¿Vamos a algún lado?

-Claro. He de cobrar mi victoria.-sonrió.

Maldito capullo, no soltaba prenda. Me duché y me costó lo mío aguantar sin excitarme. ¿Por qué me ponía así aun sin saber dónde sería? Me daba miedo y morbo al mismo tiempo. Cuando terminé de ducharme me vestí y me asomé. Se había quedado dormido. Sonreí mordiéndome el labio. Era tan guapo... Parecía bueno y todo. Con cuidado me tumbé a su lado y preferí no despertarlo, pero a la media hora sonó su alarma, que me despertó a mi también. Me froté los ojos, cansado y él se incorporó.

-¿Te has puesto la alarma?

-Claro. Necesitaba dormir aunque fuesen treinta minutos. Ahora estoy mejor.

-Pues yo no... Necesito dormir más.

-Ya dormirás. Va, que si no nos cierran donde quiero ir.

Miré por la ventana y suspiré. Fuera caía una fina lluvia. ¿En serio íbamos a salir? Con lo cansado que estaba... Claro, Donghae era de los que tras estar todo el día trabajando a las tres de la mañana se iba al gimnasio con Leeteuk. Por eso aguantaba más. Me cogió de la mano, me dio un beso tierno en los labios y con eso me convenció. Sonrió tranquilo y salimos del cuarto, llevando capuchas para no mojarnos el pelo. Llovía poco como para llevar paraguas pero lo suficiente como para mojarnos.

Cuando fuimos a salir del hotel el botones nos tendió un paraguas. Negamos pero insistió en inglés. Al final lo cogimos y nos metimos bajo él. La verdad era una buena excusa para ir pegados. Llevaba a Donghae cogido de la cintura. Eso me encantaba. Mi chico paró un taxi y le dijo la dirección al taxista en el oído. Me removí nervioso en el asiento pero su mano se posó en mi rodilla un momento tranquilizándome. O poniéndome más expectante.