Habían pasado dos semanas y Louisa no se dignaba ni hablarme en los recreos, no sé que pudo haber pasado o que posiblemente hice mal, sólo me jodia y la extrañaba como no e imagine que podría extrañar a mi mejor amiga.
Era lunes, un maldito lunes y yo estaba agotada intentando tener esperanzas en que la chica bajita de orbes azules me hablara así sea para decirme "estúpida".
-Sí, sí amor nos veremos el viernes no te preocupes. -me percaté de esa voz y alce la mirada. Tenia un aparato móvil en la mano derecha mientras que con la otra jugueteaba con su cabello. -También quiero verte.. -ronroneo con dulzura al teléfono. ¿a caso ella tenía novio?
Me observo. -Bebé te hablo luego..-colgó mientras se dirigía a mí. Traque con fuerza-Harriet..-me saludo amablemente.
-pensé que no sabias de mi existencia. -escupi las palabras con veneno, con rabia, con resentimiento
-Lo siento, es qué.. Estaba algo extrañada por lo que sucedió, pero si me prometes que no pasará. Fingiré que nada paso. -volvió a sonreirme
-¿y qué se supone que paso? -fingí ya haberlo olvidado. Pero por dentro experimentaba sensaciones tan extrañas.
-así se habla. -me abrazó.