Capítulo I Visitantes Indeseados

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Yetrox era un planeta pacífico en el sistema estelar Undix. Era un planeta mayormente industrial que producia armas y municiones para la UNSC. Como en esos tiempos la humanidad estaba en guerra con el Covenant las producciones económicas del planeta aumentaron considerablemente durante esos años. Era el año 2532, la Guerra con el Covenant había empezado hace pocos años, por lo que en algunos lugares no se sabía la existencia de estos alienígenas. El día 12 de Julio de ese año el científico Heinz Dorbus estaba limpiando su casa antes de ir al laboratorio de Ryser, la capital de Yetrox, que era en donde trabajaba. En su casa las paredes eran naranjas y  estaba desordenada, había libros regados por su dormitorio y en la cocina guardaba compuestos químicos. También tenía ropa regada y había un pequeño olor a comida quemada. Parecía que habían robado su casa, pero no, la noche anterior había hecho un experimento que había salido mal. Eran las 8:23 am, por lo que ya era tarde para irse al trabajo y el Dr. Dorbus no terminó de limpiar su casa, así que se fue sin terminar de limpiar. Al llegar a su trabajo eran las 9:03 am y debía de estar a las 8:40 por lo que pidó disculpas y se puso a trabajar inmediatamente. Su trabajo era simple, debía estudiar compuestos orgánicos muertos y sus células.
Su jefe, el Doctor Mauricio Rebishen se le arcercó y lo llamó a su oficina. Dorbus entró algo nervioso y comenzaron a entablar una plática.
-Síentate Dorbus-Le dijo Rebishen.
Dorbus se sentó y escuchaba a su jefe.
Rebishen comenzó a hablar -Mira Dorbus, hoy llegaste tarde, se supone que eres alguien con doctorado que estudió 5 años en la Academia Médica de Chyster. Trabajaste 4 años allá y ahora que has sido reubicado aquí por aquel inicidente en ese planeta debes saber que no debes de llegar tarde. Es la tercera vez en este mes, no sé que te está pasando, me dijeron que eras un buen científico-
-Bueno sí, pero es que ayer estaba haciendo algo que salió mal y tuve que limpiar mi casa, se me hizo tarde y ni la termine de limpiar.
-Bueno, pero ya no quiero que llegues tarde, recuerda que la gente confia en nosotros. Hacemos sus medicinas y trabajamos arduamente para ayudar en lo que se pueda a la milicia. La próxima vez que llegues tarde se te dará una advertencia escrita y ya sabes lo que viene...-Le dijo Rebishen.
-Sí, despido, lo sé, no tengo 5 años-le contestó Dorbus.
Rebishen le dijo-Ok, ya pueds irte de mi oficina.
El Dr. Dorbus salió de la oficina del Dr. Rebishen y continuo con sus trabajos con los compuestos.
A las 9:47 pm las luces comenzaron a fallar
-¡Señor! ¡Señor!- gritó el Dr. Terrence West -El sistema eléctrico está fallando, ¿qué hacemos?- Exclamó West.
Rebishen constestó -Cálmense, cálmense, no pasa nada, tal vez sólo es una falla en el equipo técnico del laboratoio, no hay nada que temer, pero en todo caso...
-¡PUUUM!- explotó una luz del techo e interrumpió a Rebishen
¡PUUUUM! ¡PAAAM! ¡POOOOM!- explotaron más luces.
Todo quedó en oscuridad.
Se oyó un desgarrador grito junto a un sonido extraño -¡¡¡AAAAGGGGHHHH!!!-
¿Qué es eso?- dijo gritando la Dra. Alicia Wong- ¡¡¡AAAAHHHHHHHHHHHH!!!- gritó Wong y cayó muerta al suelo
Simultáneamente se oyeron varios gritos en medio de esa lúgubre oscuridad
Dorubus buscó en un cajón una linterna y tomó un bisturí de una mesa. Encendió las luces y vió al Dr. West muerto con una perforación en su estómago, salía sangre chorreante de ahí. Trató de no gritar pero se espantó y se le cayó la linterna al suelo y se apagó. Se oían bajos sonidos siniestros pero no eran entendibles. El Dr. Dorbus mientras temblaba se agachó para recoger la linterna, la recogío y trató de encenderla pero no se encendía -¡vamos porquería, enciende!-Decía Dorbus en voz baja. Vió que se le cayó una pila a la linterna y dijo -¡Maldición!- con coraje pero en voz baja. Sentía su corazón latir por la tensión y el miedo,ya que aunque no veía nada en la oscuridad, sabía que no estaba el solo, no por nada se murieron sus compañeros científicos. Él buscaba desesperadamente la pila y la encontró debajo de una mesa y se la puso, luego sintió una respiración en su espalda así que se volteó y encendió la linterna y observó el horror. Vió una criatura como de dos metros, tenía un especie de armadura, estaba armado con lo que parecía ser una espada pero estaba de echa como de energía o plasma y su cara tenía como cuatro mandíbulas y era grotesca, obviamente no era un humano. Se volvió a espantar pero no gritó, se quedó estupefacto del horror y casí tiraba la linterna. La cosa grotesca le puso el dedo en su boca y le dijo -Ssshhh- como si quisira callarlo, pero Dorbus grito e inmediatamente le clavó el bisturí en su pierna en una parte donde no tenía armadura. La cosa gritó y cayó al suelo, el Dr. Dorbus corrió a la oficina de su jefe, le puso seguro y buscó en sus cajones, en el archivo y finalemente en su caja fuerte, pero no la podía abrir, la golpeó y todo pero no pudo, busco de nuevo en el archivero y en el cajón del escritorio de Rebishen y ahí encontró un papel que contenía la combinación de la caja fuerte. Mientras tanto con la cosa, ésta se estába recuperando de su herida en la pierna, se levantó tambaleándose un poco y recuperó un poco la movilidad, se quitó el bisturí y lo lanzó lejos. Vió que algo se movía en la ventana de la puerta de la oficina ya que su casco tenía detector de calor y por eso no estaba cegado por la oscuridad. Dorbus buscó la caja fuerte y comenzó a poner la combinación.

Halo: El Proyecto DorbusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora