Poderes ocultos

Capitulo 1:

Era una noche tranquila, se acababa el verano.
Mi padre estaba viendo en la televisión un partido de futbol junto con unos amigos a los que había invitado, se reían y le gritaban al árbitro que era ciego por no haber visto que habian cometido falta como si pudiera oirles, era muy gracioso verles gritando a la pantalla, mi hermana pequeña estaba en su cuarto escuchando música en el ordenador mientras hablaba con su mejor amiga por teléfono, yo en cambio estaba sentada en la cocina hablando con mi madre y poniéndome más nerviosa a cada minuto que pasaba

-no tienes de que preocuparte cariño- me estaba diciendo -todo saldrá bien ya lo verás

-pero mamá, voy a ser la única del instituto que no tenga poderes, ¿sabes lo vergonzoso que va a ser?

-ya te lo he dicho Melody, tus poderes aparecerán cuando menos te lo esperes, solo tienes que tener paciencia

-¿y si yo no tengo poderes? ¿y si nunca los consigo? ¿como puedes estar tan segura de que tengo?

-confia un poco mas en ti misma, mañana empiezas en el internado y va a ser tu primer año allí, no estés nerviosa, tú entra y sé tu misma, ya veras que haces un montón de amigos muy pronto que sabrán ver en ti a una chica fuerte y decidida a conseguir lo que quiere, ¿y que si no tienes poderes? Eso no importa, tarde o temprano tu también los tendrás, disfruta de lo que te ofrece la vida mi amor, porque es maravilloso y tu también lo eres

-ohh mamá- dije con lágrimas en los ojos -eres la mejor, siempre sabes que decirme para hacerme sentir mejor gracias- la abracé muy fuerte para sentirla junto a mi

-me alegra haber podido ayudarte, y ahora ve a hacer las maletas y acuestate a descansar, mañana va a ser un gran día y no creo que te guste ir con ojeras ¿verdad?

-verdad

Subí a mi habitación y me puse a preparar las maletas, me llevé casi toda mi ropa, un álbum de fotos familiares, todos mis zapatos, el móvil y mis libros, después me puse el pijama y me metí en la cama

A la mañana siguiente me despertó mi hermana pequeña Corriendo las cortinas para dejar entrar la luz en la habitación

-¡mel despierta que vas a llegar tarde!

-cinco minutitos más, todavía tengo tiempo de sobra- replique aun adormilada

-mel vamos levantate, siempre haces lo mismo cuando tienes que madrugar y al final siempre llegas tarde a todos lados, ¡no seas gandula!

-¿asi que soy gandula? ¡ahora verás!- me levanté de golpe de la cama y la cogí haciéndole Cosquillas, le dio un ataque de risa tan fuerte que seguro se oyó por toda la casa

-para para ya no puedo más- me suplico entre risas

-vale pero no me vuelvas a llamar gandula

-vale- contestó recobrando la respiración

Me dejó sola en la habitación para que pudiera prepararme y yo fui a darme una ducha de agua fría para despejarme, después me vestí y bajé a la cocina con las maletas donde me esperaban todos para despedirse

-te echaremos mucho de menos- dijo mi padre abrazandome

-vuelve pronto- dijo mi hermanita

-no te preocupes- me dijo mamá -todo saldrá bien, ten paciencia

-gracias, os echaré de menos a todos, no me quiero ir

-cariño sabes que no puedes quedarte, es obligado ir y...

-lo sé mamá no te preocupes, me voy ya que tengo que coger el tren que me va a llevar al internado

-llámame cuando llegues para saber si llegaste bien

-claro, adiós- dije saliendo por la puerta

Cogí un taxi para que me llevara a la estación y una vez allí vi a un grupo de chicos de mi edad entrando en el tren, supongo que son mis futuros compañeros, estaba nerviosa y me sudaban las manos, pero saqué valor, agarré bien el equipaje y entré en el tren, me senté en un vagón vacío a esperar que arrancara y rezando por que nadie se sentara conmigo, no es que no quisiera tener amigos si no que nadie me aceptaría sin poderes, aquí soy un extraterrestre, 15 minutos después el tren se puso en marcha y por suerte nadie se me acercó, me pase todo el trayecto escuchando música con los auriculares puestos, estaba ya casi a punto de quedarme dormida cuando noto que el tren frena, hemos llegado, salgo afuera y delante de mi se encuentra el internado wish, es impresionante, y la gente que va entrando en él también, «creo que no debería haber venido» pienso, éste es el principio de una nueva vida