Last Hope. (En edición)

Cambio de rumbo.

Antes de que todo esto sucediera, era una chica normal. Quería tener un gran amor, malgastar mi tiempo en las redes sociales, salir con mis amigas y divertirme y gastar mucho dinero en cosas que no necesito, pero no ahora, no cuando no se cuanto tiempo queda.

Decidí escribir mi vida; siempre quise escribir algo pero no sabía sobre que, cosas vagas venían a mi mente y las plasmaba en mi libreta pero no eran más que cosas sin sentido. Cuando tu vida cambia y se hace más corta, lo sabes, sabes que es lo que quieres ser o hacer, en ese momento te das cuenta de cuanto tiempo has malgastado haciendo cosas estúpidas, tomando decisiones malas o perdiendo cada segundo que respiras imaginando tu vida perfecta.

Cuando tus días están contados no quieres otra cosas que agregarle unos ceros más.

Mamá no ha dejado de llorar, papá ha pretendido que no esta sucediendo y Nick...bueno, el es Nick y finge ser un chico rudo al que le importa poco lo que esta sucediendo. Día tras día sucede lo mismo.

Me encuentro tirada en el sofá comiendo comida chatarra y viendo Pretty Little Liars, mi serie favorita porque estoy enamorada de Caleb Rivers y su gran intelecto tecnológico; no me siento triste o melancólica, es cierto que no es algo que esperaba y que en definitiva todo cambiará a partir de ahora pero por alguna extraña razón me siento más viva porque al menos así, mis padres dejarán de tomar las decisiones por mi.

Mamá esta bajando las escaleras, no parece gustarle lo que esta viendo. 

-Se puede saber que estas comiendo Iodine?

Ella esta molesta, realmente lo esta. Su entrecejo esta fruncido, oh oh!!! un gran anuncio con letras enormes que dice ALERTA ALERTA!!! aparece en mi mente, estoy en problemas.

-Solo un par de papas fritas. Qué tiene eso de malo?

Sonreír con dulzura a estas alturas no compensara lo que estoy haciendo, sin embargo, lo hago.

-Cómo que qué tiene de malo? -su entrecejo se frunce aún más, si es que eso es posible.

Para evitar una confrontación dejo de lado mis 2 dólares de comida chatarra y me dirijo hacia el patio trasero, que en momentos como estos se convierte en mi guarida secreta.

Estas últimos semanas han sido diferentes, acepto que me he sentido más relajada porque ella y papá se la han pasado tratando de encontrar al mejor postor, pero no han conseguido nada aún.

La demás familia no sabe nada, como mayor de edad exigí que se respetara mi decisión de no decir a nadie sobre lo que esta sucediendo; ese día mi madre quiso ahorcarme.

-Pero estas loca? Estas hablando sobre tu familia y amigos, no podemos ocultar algo así.

En parte ella tenía razón, en algún momento tendríamos que decirlo, pero no ahora, no era el momento.

-Y lo haremos, pero no hoy o mañana, aún hay tiempo.

Sus ojos tenían un triste color pero sus labios seguían sonriendo, a pesar de todo ella intentaba sonreír, era una guerrera.

Mamá es una mujer segura, es increíble cuando no pasaba más tiempo con sus amigas que con su familia. Va al gimnasio todos los días y sale a comer con sus amigas, no es una modelo pero tampoco esta fea. Su metro sesenta le favorece porque a la vista de los hombres la haces más atractiva, su piel es bronceada, tiene larga cabellera negra, grandes ojos marrones, cuerpo promedio y un pequeño tatuaje de una mariposa en su tobillo derecho que fue adquirido en su rebelde adolescencia. Ella era divertida, siempre tiene historias que contar y sabe escucha cuando tiene tiempo, pero la mayor parte de los días sus amigas son el número uno en su lista, por eso papá ha planeando divorciarse de ella.