Mmm... veamos, a quien elegimos?-observando desde las sombras con una "inocente" mirada a las personas que se encontraban en la cafetería.
Nadie llamaba su atención...todos eran tan simples, siguió observando hasta que frente a sus ojos apareció un chico alto, piel morena y ojos tan rojos como la sangre, su cabello era igual al de el, en puntas separado en tres distintos colores negro, rojo y algunos mechones rubios, tenía un parecido con el, excepto por la diferencia de piel y ojos
Hora de actuar- sonriendo de oreja a oreja, se acercó de manera lenta y sensual hasta aquel chico, aparento haber chocado accidentalmente y caer.
Oh disculpame por favor- dijo aquel chico, ofreciéndole su mano para que se levantará
No por favor, disculpeme usted...debí haberme fijado por donde iba- aceptado su mano para levantarse y mirándolo fijamente a los ojos.
Aquel chico pudo observar, aquellas gemas amatistas y al chico que las poseía.
"Qué belleza"- fue lo único que pudo pensar en ese momento, no podía quitar la vista de el chico frente a el.
Dejo de observar sus ojos y se desvío hacia sus labios delgados y rosados, luego su cuerpo, tan delicado y estilizado, vestido con unos pantalones de cuero negro que resaltaban aquellas piernas y una camisa sin manga de color morado, dejando al descubierto una piel blanca y suave.
"Este chico...es la tentación en persona, debe ser mío"-sonrió de medio lado, dispuesto a presentarse, sin saber lo que le espera- Hola soy Yami Halataki, siento haberte derribado, como disculpa deja que te invite un café.
No tenga cuidado, es muy amable su invitación pero voy de salida- comenzando a caminar hacia la puerta " 3...2...1" antes de poder cruzar la salida es detenido por Yami.
Espera!... por lo menos dime tu nombre- dijo sonriendo de forma seductora
Yugi... Yugi Motou, ha sido un placer pero debo irme ya- se deshizo del agarre de Yami y salio de la Cafetería.
Yami se quedo observando la puerta por donde había salido el chico de ojos amatista, que seria suyo a cualquier costo. Por otro lado Yugi tenia una pequeña sonrisa en los labios, su presa había mordido el anzuelo.
Al día siguiente, Yami se despertó con mucho ánimo y se vistió con sus mejores prendas, una camisa negras con los dos primeros botones abiertos dejando ver parte de su pecho, unos pantalones algo ajustados de color blanco y unos mocasines cafés. Estaba listo para ir a la cafetería del día anterior con la seguridad de que encontraría a Yugi ahí.
Mientras tanto Yugi esperaba en la cafetería a que su "presa" llegará, estaba seguro de que Yami vendría a buscarlo y que tendría puesto su mejor ropa.
"Los humanos son tan fáciles de engañar"-pensaba mientras le daba un sorbo al café que había ordenado hace un rato.
Espero durante 10 minutos y como el pensaba Yami vino a buscarlo, se hizo el distraído y pudo observar por el rabillo del ojo como Yami se acercaba a su mesa.
Hola yugi-kun, me alegra encontrarte aqui- dijo Yami sonriendo
Oh Yami! Que sorpresa!- dijo yugi "impresionado" de encontrarlo ahí
Puedo sentarme? O esperas a alguien?- dijo Yami esperando la invitación de yugi a sentarse
No no espero a nadie, siéntate por favor- dijo yugi invitándole a sentarse
Bien, oye espero me disculpes lo de ayer, jamás fue mi intención tirar al suelo a un chico tan lindo como tu- dijo Yami de manera coqueta
No fue nada, olvídalo- dijo yugi sonriendo de medio lado y mirando fijamente a Yami de los pies a la cabeza.