Situación envidiable

82 0 0
                                    

Ok. La redacción salió tal como pensé: pésimo.

No fue una buena impresión y ni bien llevo 3 días en la escuela ya tengo enemistad, la típica enemistad con los profesores.

No sé, la edad, las hormonas, mi cabeza (muy probablemente) pero enserio que no los trago. Y eso que es mil veces más fácil tragarse un whisky (de los primeros), de esos que sientes que te estas bebiendo sabrá Dios que pócima color jugo de manzana. La primera vez que trague uno, volteé a ver a mi papá y a Sandy esperando que tuvieran la misma cara de repugno que yo... pero no.

Muy tranquilos, felicidad en las rocas. Sonrisas cordiales. Miradas de ensueño.

Añejo. "Del mejor", dijeron. No confío ya en lo añejo; probar un queso monster francés fue suficiente y el whisky un comprobante más de que los únicos añejos que me gustan son mis abuelos, abuelitos y los libros.

En fin que me invitaron, sólo en éste mes a cinco fiestas. Yo, obviamente sonrisas y visualizando mi impactante vestimenta. Mi mamá, la misma sonrisa que las Miss., fingida felicidad. Pagar vestidos de moda que dejan de estarlo en dos meses no es muy alegre.

En fin que espero, al contario que todos, que las vacaiones de Diciembre taaaaarden en llegar. "El campamento familiar y amistoso" es de lo más aguado que le puede pasar a alguien de mi edad. Mientras los demás se deshacen de madrugada en el antro y la fiesta y toda la vida supuestamente estudiantil, yo salto dentro de un saco de papas y lucho por una medalla de chocolate aguado.

Es verdaderamente envidiable mi situación.

Lo único que espero es que sea enero y pueda volver a mi monótona y estúpida vida donde no hay nada interesante ni a nadie a quien contarle nada. Fin de la historia.

GracielaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora