Capitulo 2: No todo es de color de rosa

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Al día siguiente, Nozomi caminaba con cierta prisa por los pasillos de la escuela. Ella se encontraba recordando lo que paso el día de ayer con su madre.

"—Tú hermana sufrió un accidente en su clase de gimnasia.

Nozomi no logro hablar al principio.

—P—Pero... ¿Ella está bien?

Hiroko negó con la cabeza.

—No lose, no me han dicho nada —hablo casi en un susurro.

Más tarde, ambas fueron al hospital para saber que paso con la pequeña Sayuri. Ella se encontraba recostada en la camilla en un cuarto de la instalación.

—¡Que idiota eres! —Alzo la voz Nozomi—. Te he dicho que no hagas más de lo que puedes —sermoneo duramente, pero más preocupada que enojada.

—L—Lo siento... Hermana.

Nozomi suspira estresada.

—Al menos... Espero que el ejercicio te haya salido perfecto —comento con una media sonrisa.

Sayuri comenzó a llorar.

—S—Si... —afirmo entre llanto.

—No llores... No hay razón para que te pongas así —se acerca a abrazarla—. Vas a estar bien. Lo prometo —recito con cariño."

—Sayuri es una niña de tan solo ocho años... Tiene una vida por delante, ella se pondrá bien... Lo sé —trataba de convencerse en su mente.

Nozomi deja soltar un largo suspiro.

—Todo estará bien —pensó para calmarse.

Nozomi estaba tan centrada y metida en sus pensamientos que no miraba bien por donde andaba. Es entonces que se tropieza con algo, pero antes de perder el equilibrio, y caer al piso, logra dar una vuelta en el suelo y salir ilesa.

Cuando mira hacia atrás, se percata de la presencia de la chica de ayer y dos chicos más.

—¿Que se supone que están haciendo? —se incorpora molesta.

—¿C—Cómo fue que hiciste eso? —pregunto uno de ellos con asombro.

La chica bufa con asco.

—¿De que estas hecha? —pregunto el segundo chico.

—Fenómeno —ofendió la chica.

Nozomi suspira frustrada.

—No tengo tiempo para lidiar con ustedes y tampoco estoy del mejor humor que digamos —da media vuelta y continua su camino.

Sin previo aviso, la chica la toma del brazo, girándola hacia ella y dándole una abofetea.

—No tienes idea de con quién te estas metiendo —alzo la voz—. ¡Soy Matsuoka Aiko! Sera mejor que lo recuerdes bien —amenaza.

Nozomi toca la zona previamente afectada y su expresión cambia a una de disgusto y furia.

—Tú tampoco sabes con quien estás hablando. No eres nadie para decirme que debo o no hacer. Si tú no te metes conmigo, yo no me meteré contigo.

Ambas se miran fijamente durante unos segundos.

Nozomi nuevamente intenta irse del lugar, pero en cuanto dio la vuelta, sintió un peso enorme sobre ella que la hizo caer al suelo.

Aiko se había abalanzado sobre ella. Nozomi termino con ambas piernas lastimadas.

Aiko se levanta triunfadora.

3ttsu no ma no aiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora