~Andrea~
Me odio a mi misma.
Todo seria mejor si yo no hubiera nacido.
La bola de fuego negro con dorado se estrelló en un edificio abandonado haciendo que estallara en llamas.
Y eso que el concreto no se puede quemar.
Todo esto me recuerda a mi madre.
Siempre tan pacifica y compresiva.
Dejar a su familia para irse con mi padre fue una de sus decisiones más difíciles de su vida.
Pero ella lo dejo todo por amor.
Mientras Sara y mi hermano eran relucientes en todo,eran perfectos en menos palabras.
Siempre eran Kazimir , Sara y su hermana.
Aunque creo que eso era porque ellos eran los que hacían los líos en las ciudades casi todas las noches.
Dejando eso.
Odio enamorarme de alguna persona.
Siempre terminas lastimado.
Siempre.
Mi sangre me hervía.
Lo bueno es que encontré un lugar abandonado para liberar mi furia destruyendo cosas.
Escuche que una puerta se abría y me gritaban cosas.
Por reacción lance una bola de fuego.
Y salió lanzada.
Que acabo de hacer.
Me fui corriendo hacia ella y empece a checar sus signos vitales.
Su corazón seguía latiendo.
Su piel se quemaba de una forma rara.
Es un arcángel y le acabo de lanzar fuego demoniaco.
Por que siempre la termino cagando.
Salieron dos personas de una edificio cercano a donde estaba la chica y se acercaron rápidamente.
Uno por las runas en sus brazos era nefilim y el otro era un brujo.
Pero ni un brujo normal.
Era Magnus Bane.
Hay veces que la cago pero aquí me he pasado de la raya.
Cuando llegamos al instituto, la chica no se movía para nada, me estaba comenzando a asustar, corrí hacia la habitación de Sara para que me ayudara, cuando entre me sorprendí de toda la basura que había, al parecer ella tambien se aisló. Aunque no me impresiona al saber que se encerró por lo que ocurrió. Suele alejarse de las personas cuando algo malo pasa.
Ella estaba dormida pero la moví rápidamente para que me ayudara.
-Sara, despierta, ayúdame por favor -le suplique cuando despertó.
-¿Qué quieres Andrea? -pregunto de mala manera.
-Acabo de dejar inconsciente a una chica y nose que hacer
-Eres una estupida, ¿Dices que la que no se puede controlar soy yo? Media neurona, vamos a verla, esperemos y no la hayas matado, si no, estaríamos en grandes problemas
Ambas nos encaminamos a la habitación en donde vi que pusieron a la chica. Estaba acostada inconsciente y estaba algo pálida.
-Perfecto Andrea, ahora tenemos mas problemas ¿Jamas te puedes quedar quieta en una esquina?
- lo siento Sara ¿Si? Yo no soy tu. Yo puedo dejar mi demonio dentro...
-¿Lo puedes dejar dentro? Entonces porque no lo hiciste, eres una estupida, nunca puedes hacer nada sin arruinarlo.
-Tal vez. Pero yo no soy la que sigue atrapada en el pasado
Sara se comenzó a molestar mucho, estaba cambiando cuando mire la cama y vi a la chica despierta.
-Despertó. Ya cállate -le dije a Sara.