DOS

2 0 0
                                    

Frente a mi, en la misma posición, separados por un río, estaba aquel chico. Llevaba gafas de sol negras, una camiseta roja y el pelo despeinadamente peinado.

Nuestras miradas chocaron por unos segundos, rotos por la vergüenza y apartar la mirada el uno del otro.

No presté más atención a la lectura, no sacaba de mi cabeza aquella mirada, y, cabe mencionar, que miraba de refilón cada movimiento que hacia, y en uno de ellos, se levantó del lugar donde estaba sentado.

Se le notaba la vergüenza, y supongo que a mi también, ya que trataba de hablar con su amigo, pero su mirada se desviaba hacia mi, cosa que hacia ruborizarme.
Y así pasé la mañana, en un intento fallido de concentrarme en la lectura.

Me quedé sentada durante un buen rato, mirando al agua mientras meditaba.

Has notado alguna vez la sensación de sentirte observada, pero dos veces?

Pues sí, levanté la mirada, de nuevo, rezando por que fuera aquel chico, pero para nada.

Era un otro, un poco más bajito, con pelo y ojos marrones, no mucho que destacar, pero era bastante atractivo. El pelo mojado le caía por la frente, y su collar hacia juego con el bañador blanco que llevaba.
Este estaba en el río, jugando con dos niños pequeños, parecidos a él.

Su profunda mirada intimidaba, pero había ternura y algun otro sentimiento que no llegué a apreciar. Por instinto bajé la mirada, haciendo como si leyera, de nuevo.

Estoy empezando a pensar que puede que si tenga algo en la cara.
_________________________________________

Holaa!
Bueno, aquí esta el segundo capítulo. Espero que os haya gustado, pinchar la estrellita si fue así.

Hasta pronto!

El chico del puente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora