UNO

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El coche de Juan rugía en el patio, rodeado de maletas grises, excepto la mía, que era Divergente supongo, ya que era rosa, junto con una mujer bastante enfadada con unos cuantos años encima, con el pelo recogido en un moño y unas gafas que más bien parecían lupas. Pues si, a eso yo le llamo madre, y luego estaba Juan, el marido de mi madre. Mis amigas me dicen que le diga padrastro, pero el nombre se me hace largo y digo Juan.
"Soy ecológica y no gasto saliva", es la excusa que le doy a mi madre, que se empeña en que lo llame padre, o papá, pero prefiero Juan.

Después de unos cuantos chillidos más de mi madre, me calzo con unas Vans y cojo el móvil, me recojo el pelo en una coleta y bajo las escaleras.

-Que narices hacías?- Carmen es una mujer alta y esbelta, un poco extricta, y con un larga cabellera rubia recogida, madre de una adolescente y divorciada de su marido, mi padre.
Esa es mi madre en su mejor faceta, pero en la peor, como la de ahora, es el demonio con pinta uñas.

-Estaba despidiendome del vecino- dije con indiferencia, encogiendo mis hombros.
-Ah claro, ese vecino tuyo al que quieres matar?- me miró perspicaz, odio esa mirada- y que más? También le diste un besito y le dijiste que le extrañarás?- mi madre sabía como hundir a la gente, supongo que ya se de quien lo saqué, aunque tengo mucho que aprender de ella.

Me limité a rodar los ojos y bufar, esta batalla la había ganado, pero yo ganaré la guerra, madre! Subí al coche y me puse el cinturón. El camino iba a ser largo, así que decidí abandonar las conversaciones de mis padres sobre política y ahogarme en canciones de Ed Sheeran, eso siempre funciona.

Este verano mis padres tuvieron la magnífica y perfecta idea de irnos de vacaciones a un camping de un pueblo, el cual no recuerdo el nombre, solamente porque había un río.
'Nos lo pasaremos bien, decían.
No te aburrirás, decían'

Miraba por la ventana como si fuera lo más divertido, pero es que en la situación en la que estaba, era exactamente lo que hacía que el tiempo pasara rápido. Nubes, más nubes, árbol, nubes, carretera, nubes, señal de tráfico, nubes... Espera! Señal de tráfico?! Ya hemos llegado!

Me quité un auricular y escuché a mi madre hablar con el vigilante. Al final, después de un rato, una puerta metálica se abrió y entramos al camping. Era verde, muy verde, filas de árboles adornaban el camino.

Al llegar a nuestro puesto, había una caravana y una tienda de campaña. No eran muy bonitas, pero eran bastante espaciosas.

-Maria, nosotros nos quedaremos organizando las cosas, por lo que veo el agua corriente estará lista mañana.
-Y como me ducharé? Bajo la lluvia? En el río?- lo mejor que podría haber pasado, estamos sin agua- mejor no contestes, voy a dar un paseo.

No sabía por donde ir, pero como el año pasado vine de visita, conozco algo el lugar.
Sali por la puerta de antes, enseñándole mi pasaje al guardia. Miré hacia ambos lados, y el de la izquierda era el que llevaba al río, así que tomé ese camino. Era cuesta abajo, y al final había una explanada pequeña junto con un río algo cabaloso. Había mucha gente, así que procuré no alejarme de la zona por la que había llegado.

Me senté en la orilla, saqué mi móvil y leí algo sin importancia, solo quería matar tiempo. La verdad, me enganché a la historia, habían pasado 2 horas. Me sentía observada, quizás estaba en la zona de acampar de alguien o quizás tuviera un grano asqueroso en la nariz, pero nada de eso, cuando levanté la vista, vi un par de ojos mirándome.
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Buenaas!
Este es el primer capitulo de esta historia, agradecería que pincharais la estrellita y comentarais que os ha parecido, eso me anima a seguir escribiendo.

Os amoadoro!

El chico del puente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora