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No la vi durante tres días, hasta que me decidí por llamarla. Contestó. Sentí su voz, melódica como siempre, pero sonaba triste. "¿Porque estas triste?" Le pregunte, "No es nada importante" murmuró.
Pues lo era, su mamá había muerto, el cáncer se la llevó mas rápido de lo que todos esperaban. Se derrumbó en mil pedazos, costo volver a construirla, costo ganar su confianza, pero la gané y fui su pilar de apoyo durante todo el maravilloso año que estuve con ella.

Los meses pasaban y ella seguía triste, aveces no salía de casa ni siquiera para ir a la escuela. A los dias después su papá me comentó que ella se encontraba con una depresión profunda.
Fui a verla apenas su padre me llamó. No sonrió, no me mostro ninguna de sus hermosas sonrisas. "Saldras adelante" le susurre en su oído, "Lo dudo" murmuró.

Siempre dudaba de sí misma, sin duda uno de sus mayores errores además de la idea constante de suicidio que siempre me comentaba. Tenia miedo, miedo de perderla, porque no iba ser fácil olvidarla.

Ese mismo dia cuando me dijo "Quiero morir, Ash", yo la tomé por la cintura y la besé, ella me correspondió y supe que la amaba, en los 5 meses que llevaba de conocerla la amaba más de lo que se puede amar.

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