Capítulo 2: ''El bosque Negro''

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Al abrir la puerta había una habitación llena de grafitis, agujeros y humedad se nota muy antigua y descuidada apestaba a moho. A La izquierda se encuentra una silla esta se apreciaba oxidada, todo estaba deteriorado y antiguo encima de ella había un estuche sellado con una clase tela negra muy vieja con polvo encima de esta tenía un sello antiguo en una clase de signos muy antiguos parece hebreo.

Quien sería tan imbécil para hacer esto, y que clase de trampa tendrá esta, será esta la guitarra que me prometía el anuncio.

Yo me dirigí poco a poco hasta llegar a la guitarra a medida que me acercaba una vos retumbaba en mi cabeza ''veintisiete' era molesta e imponente esta voz pero era familiar. De pronto se escuchó un estruendo, este era el sonido áspero y dulce de una guitarra.

Yo me sorprendí no había nada más en esa pequeña habitación, de dónde provenía ese sonido esta música era tan familiar. Era una expresión cálida y gótica al mismo tiempo tan agresiva, tan inusual y no podía identificar esto era tan familiar jamás había escuchado una guitarra de cerca sin embargo era tan nostálgico.

Cada paso que daba la música retumbaba más y más, se llegaba apreciar el susurro se convertía en gritos era como si el estuche me llamara, luego ocurrió sin pensarlo dos veces actué.

Cuando tome el estuche para abrirlo no había pasado un segundo, cuando la tela negra se desvaneció en mis dedos, el estuche se hacía polvo cada segundo todo se estaba desvaneciendo el piso, las paredes la silla, la pintura todo se estaba desintegrando de pronto vi mis manos también mi cuerpo y mi ropa se desintegraba.

Entre en pánico no sabía cómo reaccionar ni cómo actuar, que estaba sucediendo ¿voy a morir en un lugar como este? de repente... finalmente todo se desvaneció escuche un susurro ''gracias humano''...

Desperté en un bosque negro y frondoso, todo estaba nublado no se escuchaba un solo sonido solo el viento acariciando el césped y los arboles a mis alrededores, todo estaba muy tranquilo no se escuchaba ni una sola ave. Se podía sentir la neblina en la cara sin embargo no había frio.

Luego me levante al pararme me di cuenta de que aquel estuche estaba aún lado mio, pero esta vez no tenía tela negra, sin pensarlo dos veces lo abrí.

Ahí estaba era la guitarra más hermosa que había apreciado en mi vida, era de tipo americana, tenía un color negro oscuro penetrante como la noche, estaba completamente nueva incluso reflejaba la poca luz que había en ese oscuro bosque, era muy peculiar, usualmente cuando hacen una guitarra y esta es distribuida, dichas guitarras la fabrican con algo característico de la empresa que las distribuye o el artista que la fábrica, este parece no hecha por una maquina ni por un humano no tenía marcas de herramientas ni de etiquetas, solo se apreciaba una incrustación plateada en las clavijas que decía ''autem 27''.

Estaba confundido preguntas invadían mi mente ¿Cómo llegue hasta aquí? ¿Qué paso antes? Todo era totalmente nuevo y extraño para mí, no me dio tiempo a pensar cuando de repente.

Escucho un aleteo, una flecha negra es lanzada hacia mí, gracias al sonido supe de qué dirección provenía y la pude esquivar por poco y me da en la cabeza rompió el gorro de mi suéter, era una ángel con alas negras se movía muy rápido, yo no sabía qué hacer en esta situación sentía miedo y no sabía cómo reaccionar, entonces sin pensarlo dos veces me puse a correr.

No que los ángeles no existían acaso no tenían alas blancas ¿porque me pasa esto?, fui ateo toda mi vida lo sé, pero este castigo es indiscriminado, esta es la existencia de dios ahora ya lo veo, igual no pienso rezarle jamás, a pesar de que soy alguien común, no pienso morir aquí, tengo miedo pero no pienso hacerlo, aun me quedan cosas por vivir, no me importa haber pecado yo no me arrepentiré, viviré mi vida como yo quiera y no a las reglas de un bastardo que no ayuda ni a sus propias creaciones, que no mueve ni un dedo allá fuera con todo las desgracias que recae en nosotros los mortales.

Tome el estuche y empecé a correr por los arboles del bosque para tratar de cubrirme de las flechas negras, corrí lo más rápido que pude por el bosque tratando de que no me interceptara ninguna de sus flechas negras.

Pero están no eras flechas cualquiera atravesaban lo que sea, una casi me da, atravesó 3 robles, si eso me viese dado probablemente estaría muerto, ¿qué hago? ¿Qué hago? Se me ocurrió una locura y la puse en práctica.

Tome una roca del suelo, con un punta que sobresalía de ella, el ángel se acercaba muy rápido, mi condición física no era la mejor no podía correr por mucho más tiempo, así que rápidamente tome una rama de un árbol para girar rápido y apuntar a uno de los ojos de la ángel, me agacho para esquivar esa flecha, son demasiado rápidas me arranco una manga, esta me corta parte de mi brazo izquierdo siento mucho dolor, y grito muy fuerte tanto que unos cuervos que estaban escondidos salen volando, por suerte eso distrajo a la ángel y me dio el suficiente tiempo para tirarle la piedra al ojo derecho, lo logre le di  y seguí corriendo.

Pensé que eso había que le había hecho daño, pero su ojos se regenero por completo y me siguió persiguiendo por todo el bosque, demonio no le hizo nada la piedra que le lancè, estaba demasiado cansado para seguir corriendo por suerte el estuche no pesaba nada pero mi brazo izquierdo estaba muy herido, luego ocurrió...

Mientras corría por el sendero cubriéndome con los robles, llegué al final del camino al frente de había un acantilado no tenía a donde ir, me cubrí en un árbol muy grueso que las flechas no podían atravesar y seguí hasta quedar en todo el risco de la montaña.

— ¿Este será mi final? Quería tocar esta guitarra maldición, ¿porque yo? porque castigas a un simple adolescente ángel ¿porque yo? Yo no tengo nada contra ti, ¿Por qué a mí?

—Acabas de empezar una guerra, ¿cómo un simple y banal humano pudiste liberarlo?

—No sé de qué me hablas no se ni como yo llegué aquí yo no he liberado nada.

—No te hagas el listo humano si no piensas decírmelo prepárate para el castigo divino.

—YA TE DIJE NO SE DE QUE ME HABLAS, ACASO TU DIOS TE MANDO A ASESINARME ANGEL BASTARDA.

—Yo no sigo órdenes de dios No soy una ángel, soy un nefilim ahora prepárate para morir.

La Ángel me lanza una flecha en todo el pecho esta tiene una llama negra q me recorre todo el cuerpo me está quemando por dentro.

Yo había deseado tanto la muerte, odiaba mi vida y pensar que eso lo cambio el sonido de una guitarra me hubiese gustado vivir para tocar esa guitarra.

Mi vista se ponía borrosa sentía como mi cuerpo ardía desde mi interior yo gritaba del dolor tan fuerte que hacía eco por todo el bosque, me estaba quedando inconsciente en el momento cuando casi cierro los ojos aparece una sombra gris al frente de mi esta dice.

—no temas yo te ayudare...

Después de años tomo la historia otra vez, mucho se enfadaron y esperaron mucho por esto lo sé, aun me falta cosas por arreglar pero ahora creo que mejore un poco mi redacción corregí varios de mis errores a la hora de escribir, quizás ahora cometa nuevos pero lo importante es que se entienda la historia y el trama de esta, no se preocupen yo mejorare con el tiempo. Espero que les guste subiré dos capítulos por mes ahora es enserio, DISFRUTEN ESTE CAPITULO y no olviden en cada verso se encuentra un secreto.

El Capricho del Cielo y El InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora