NARRA FOXY
Pasó el tiempo, y fue la hora de despertarnos. Prácticamente no pude dormir, gracias a mi incómoda posición, aparte, sentí algunos intentos de patadas en la noche.
De cualquier manera, esa mañana en particular Freddy decidió no hacerme nada, y se limitó a irse con, supuse yo, Fredbear y Springtrap.
Bonnie y Chica ya no estaban, así que de nuevo estaba solo.
Di un suspiro, resignado, estaba cansado, como dije antes, no pude dormir. Me pase el garfio por cerca de las orejas, mientras me encogía a mí mismo.
Sentí a alguien junto a mí en la habitación, giré mi cabeza rápidamente hacia mi izquierda, y allí estaba, la sola silueta semejante al oso que me atormentaba me estremeció. Pero no, era Golden, el cual estaba parado en una esquina del cuarto, podía ver sus blancas pupilas brillar en la oscuridad.
- ¿Qué haces aquí? -Pregunté, algo enfadado, pero sabiendo que no podría hacer nada al respecto.
- Nada, sólo pasaba, noté que te dejaron solo. -Dijo, con un tono jactancioso.
- ¿Quién no? -Respondí apenado.
- Vamos, no seas tan duro contigo mismo, debe haber alguien especial en tu vida. -Le dijo, dando un par de pasos al frente.
La figura dorada del oso se dio a relucir, pese a estar lleno de hollín y mugre, se lograba ver su viejo tono amarillo, único recuerdo que le quedaba de la antigua pizzería.
- ¿Cómo lo puedes asegurar? -Dijo mortificado, mientras agarraba mis rodillas con mis brazos.
- Oí que hay una nueva animatrónica.
Lo recordé, Mangle, supuse que debía estar en la Pirate's Cove, pero al ya estar armada completamente, era poco probable.
- No importa... -Mentí.
- ¿Planeas quedarte aquí sentado todo el día?
- Si me voy de aquí Freddy me pegará.
- Freddy debe estar muy ocupado... -Le dijo capcioso el oso.
Me lo pensé unos segundos, pero, ¿de qué me serviría escapar? Después de todo estaba muy cómodo en aquel rincón. Sin embargo, sentía cómo todavía Freddy me miraba sin estar ahí.
- ¡Sal de aquí maldita sea! -Gritó frenética la voz en mi cabeza.
Me exalté, esta vez fue mucho más fuertes que otras veces que me había gritado. Golden me miraba fijo desde su sitio, notando mi ansiedad.
- Vamos, deja de actuar como un loco, sal de aquí. -Me dijo, poniendo una de sus manos en mi cabeza, a la vez de que se desmaterializaba.
Suspiré mientras me agarraba la cabeza con mi mano buena, estaba decidido, iba a salir.
Abrí la puerta rápidamente, logré escuchar la risa de los niños y sonidos estrepitosos provenientes del escenario más claros, pero mi visión se había borroneado. Tanta luz de golpe a la cual no estaba acostumbrado me cegó, pese a esto, sentí un fuerte empujón que me devolvió al cuarto.
Caí de espaldas al piso, frenando mi caída a duras penas con mis codos. Siguió un portazo, y unos pasos cerca de mí. Logré divisar por la silueta que era Freddy, ¿qué hacía allí afuera a plena vista de los niños? Como sea, era una casualidad catastrófica para mí.
- ¿¡Qué pretendías hacer!? -Gritó enfurecido, con su ahora ronca voz de animatrónico.
- Freddy... -Traté de decir, pero esto no salió más que como un balbuceo, uno muy débil.
- Te lo había advertido, pero sigues sin comprender, ¡ven aquí chatarra! -Dijo, mientras se acercaba amenazante hacia mí.
Me pegó un rodillazo en la mandíbula, torciéndola más de lo que ya estaba. Caí de espaldas, con un dolor inmenso en la misma. Me aplastó el abdomen con un pisotón, y tras otros golpes logré escuchar ciertos tornillos tintineando en el piso.
Así estuvo por unos minutos, no sé, la verdad ya había quedado muy atontado y no sentía ni los golpes.
En un momento paró, quizá para tomar aire o tranquilizarse un poco, esperaba que fuera lo último. Aproveché para correrme un poco hacia una pared, tratando de descansar mejor. Creía sentir mi cadera desvencijada, seguro había sido por los tornillos soltados. Me alteré de nuevo al ver con el rabillo del ojo los pies de Freddy, acercándose.
La voz, inoportuna como siempre, volvió.
- Sabes que esto terminará pésimo si sigues así, ¡levántate y al menos haz algo! Viene para acabar el trabajo... -Me dijo, de forma manipuladora.
Sentí entonces una fuerza extraña, que nunca antes experimenté, de repente me sentía vigorizado y las heridas no dolían tanto. Me incorporé, aún cabizbajo, enfrente de Freddy. Este se detuvo unos segundos, al notar que había logrado algo casi imposible en mi estado.
- ¡Siéntate! -Logré escuchar que me gritó, varias veces, pero yo no le hacía caso.
Entonces fue cuando sentí otro de sus golpes, pero esta vez, en vez de caer, me pude sostener. El mismo dolor del golpe me excitaba más, creo que era por la adrenalina.
Sabía lo que tenía que hacer, pese a no tener control total sobre mi cuerpo, sentí cómo mi brazo se giraba hacia atrás al son de mi hombro, listo para extenderse en contra de Freddy.
Sentí el impacto de su mejilla en mis nudillos, y se estrepitosa caída, sonreí de una forma extraña en ese instante. Era un descargo de energía muy hermoso, te relajaba y ponía tenso al mismo tiempo.
El oso no tardó en incorporarse, más enrabietado que antes, mirándome estupefacto, mientras se tocaba la herida. Alcé mi cabeza por primera vez enfrente de Freddy, podía ver en sus ojos lo sorprendido que estaba ante mi reacción, pese a haber tenido ya un altercado en el pasado, esta vez parecía haber sentido el golpe mucho más.
Si por mí fuera ahí me hubiera quedado, quizá esperando a que el oso reaccionara y me intentara atacar de nuevo, pero no, mi pie se volvió hacia atrás ligeramente, y sabía qué iba a suceder.
Apenas pudo poner las manos el oso cuando lo embestí, lo tenía entonces debajo de mí, alcancé a golpearlo un par de veces más, hasta que la condenada puerta se abrió.
Allí estaba la silueta de una figura humana, el cual se había quedado congelado allí mismo. Era un guardia, que al escuchar la pelea que estábamos teniendo entró a revisar.
La luz entrante me volvió en sí, y noté en la posición en la que estaba. El guardia salió corriendo, y yo me quite de encima de Freddy, pensé rápido qué hacer. Creí prudente sentarme en mi lugar de antes, pretendiendo estar desactivado como siempre.
A los segundos llegó el hombre con dos más, los cuales entraron rápidamente, miraron a Freddy primero, notaron su cara abollada, y me vieron a mí, sentado sin hacer nada en la esquina. Se acercaron y me tocaron, pero al final miraron con incredulidad al guardia.
Al final, lo pusieron a Freddy en un rincón. Estarían buscando a Bonnie y Chica.
Yo sólo me preguntaba cómo estaría Freddy y si despertaría en algún momento. De cualquier cosa, supongo que tendría que esperar.
BY FOXYZO
Bueno, luego de bastante tiempo lo prometido. Comenten qué les parece y qué les gustaría que pasara (puede ser que lo añada en siguientes capítulos). No se olviden de leer.
ADIÓS =D
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Foxy x Mangle "Amor de Hierro"| By Foxyzo
RomanceLa vida de Foxy no es nada fácil. Lo han apartado de los demás y encerrado. Pero una voz en su cabeza empeoraba su situación, y hacía que se comporte raro que a su vez hacía que la pizzeria tuviera mala fama y Freddy para darle una leccion le pegaba...