Capitulo 11

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Leslie era la menor de la familia, una familia apoderada del centro de la ciudad, el padre era empresario y manejaba grandes capitales, la madre ama de casa (aunque no por voluntad propia) y el hijo mayor, Ian un rebelde que causaba estragos en casa.

En esa familia desde hacía varios años todo funcionaba mal, Henry el cabeza de familia decidió tomar el control de la familia de forma exagerada, cuando Ian cumplió los 6 años de edad todo empezó a ir mal en casa, él había sido un niño feliz en una familia normal en la que papá volvía tarde siempre de trabajar y mamá cuidaba de ellos siempre que podía, pues también trabajaba aunque con jornada reducida para poder cuidar de ellos.

Henry con una familia estupenda y un trabajo adictivo que hacía salir toda su vena ambiciosa, comenzó a hacer negocios fuera de las oficinas, por las noches iba de pub en pub cerrando negocios, al principio esas horas extras a lo que él consideraba trabajo solo eran por puro compromiso y negocio, pero noche tras noche volvía más tarde a casa y ya se estaba adentrando en aquel mundo, todo era más fácil cuando hacías lo que querías y eso es lo que pensaba Henry.

Margot por su parte comenzó a notar las salidas nocturnas de su marido como una costumbre, una mala costumbre que llevaría a que los dos mantuvieran una charla importante, esto no podía seguir así, él tenía una familia con su mujer y sus dos hijos, los que apenas conocían a su padre, además al principio llegaba a una hora más o menos razonable quejándose de todo lo que había tenido que soportar en el pub esa noche para cerrar un negocio. Pero hacia ya algún tiempo que llegaba casi a otra mañana borracho o incluso drogado, cosa que Margot no sabía con certeza y que evitaba pensar. Pero eso se había acabado, pensó Margot.

Un día como cualquier otro Margot, cansada ya de esa rutina reaccionó con la celebración de una charla mientras tomaban el desayuno (el único momento del día que compartían)

-Henry, ¿Qué haces hasta las tantas de la noche por ahí? - preguntó con tono amenazante Margot, pidiendo explicaciones a su marido.

-Negocios, te lo he dicho millones de veces - dijo Henry con voz cansada, como de resaca.

Margot no se comía aquella mentira, y si había algo que no soportaba era la mentira. Así que prosiguió con sus amenazantes palabras.

-Pues ya sabes que se ha acabado eso de venir en plena madrugada a casa borracho o dios sabe colocado de que. Todo eso se ha acabado, ¿entiendes? - prosiguió Margot con su monologo de riñas y amenazantes palabras.

Después de escuchar durante varios minutos todas esas riñas y ordenes que le estaba dando su mujer, Henry se levantó de su silla y fue corriendo, como una bestia a por su presa, dirigiéndose a Margot, la cogió por el cuello la estampó contra la pared y deleitó por primera vez una serie de palabras que se quedarían grabadas en la mente de toda la familia para siempre.

-Aquí se hará lo que a mí me salga de los cojones, ¿oído? ¡No vuelvas a levantar esa mierda de voz nunca más, y menos aún dirigiéndote a mí! - en ese mismo instante soltó a Margot del cuello y formuló otra vez la pregunta. - ¡¿OÍDO!?.

Margot muerta de miedo, sin saber que acababa de pasar, asintió con la cabeza y no volvió a sacar el tema nunca más. Desde ese día la familia estaba sumida en una dictadura a base de ataques físicos por parte de Henry a todos los miembros de la familia, desde Leslie hasta Margot pasando por Ian.

Henry tomó ya esa posición de padre infranqueable para siempre, al principio mientras ellos eran pequeños no pasaba nada, estaban en una habitación siempre que tenía que encargarse de algún tema con Margot (que siempre terminaba en gritos de auxilio de Margot) pero los niños no eran tontos, claro que no. Lo escuchaban todo y a veces hasta salían para ver qué pasaba, sobre todo las primeras veces que ocurrían esos hechos.

BLACK #wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora