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A los niños se les notaba que no eran mucho de caminar por el bosque, lleno de raíces que sobre salían, insectos que volaban cerca de ellos, un par de niños salvajes, tres coyotes junto a ellos y una guía que hablaba con los animales. La que más mal lo estaba pasando era Mariel, cosa que se notaba por varias razones. La primera, y las más notoria, era que no soportaba a las moscas ni en su cara ni a su alrededor, el segundo era que no sabía como saltar raíces y, cuando las saltaba, lo hacía de manera torpe. "Su lugar es la cuidad" pensaba James mientras ladeaba la cabeza con los ojos cerrados.

La tarde pasó y la noche ya había caído. Marilein hizo que pararan cerca de un árbol grande y grueso, Gustavo y Mariel sacaron la tienda de campaña de la mochila, la armaron y los seis hermanos se dejaron caer en sus sacos de dormir. Los coyotes se acostaron en el suelo, al lado del tronco, y los dos hermanos de Marilein subieron a las ramas de el árbol para dormir. James había ido a buscar leña para una fogata, dejando a sus hijos solos con Marilein, la cual los mandó a dormir. Todos le hicieron caso, todos menos los gemelos.

Pablo y Gonzalo, por muy cansados que estuvieran, nunca se iban a dormir a la primera, siempre lo hacían hasta que su padre perdiera los estribos, y querían ver si Marilein era como su padre, desesperada e impaciente. James llegó al campamento en ese momento pero se escondió detrás del árbol para ver como reaccionaba la joven. Ella los recostó en su saco de dormir, los tapó como pudo y salió de la tienda de campaña con la intención de no verlos hasta al día siguiente, pero los niños se levantaron de nuevo, de modo que se sentó junto a los dos niños y los tapó otra vez. "Este cuento yo ya me lo sé" pensó mientras los dos niños reían, luego ella comenzó a cantarles.

-♪♪ Niño, mi niño, tú eres mi tesoro. Niño, mi niño, tú eres mi amor. Cuanto te quiero, cuanto te adoro, eres ejemplo de virtud ♪♪ -Mariel soltó una lágrima, la cual le recorrió lentamente la mejilla; a Gustavo se le empañaron los ojos, Mariana trató de no llorar pero fue inútil, soltó más de una lágrima mientras envolvía su cara con la bolsa de dormir, y Emili se acurrucó en su bolsa de dormir con una pequeña sonrisa infantil. Marilein no se dio cuenta de las reacciones de los niños -♪♪ Como yo a ti nadie podrá amarte, como yo a ti nadie podrá quererte, eres ejemplo de virtud. Niño, mi niño, tú eres mi amor ♪♪ -James, que lo vio y escuchó todo, también tenía los ojos empañados, lo cual no le pasaba muy a menudo. El ver que alguien le cantara de esa manera a sus hijos le llegó al corazón y le hizo recordar las noches en que Angélica seguía con ellos.

Marilein salió de la tienda, le dio las buenas noches a los niños y se sentó en una rama para esperar a James. Él se acercó al campamento, encendió la fogata y se sentó junto a ella, la cual preguntó su nombre después de aclarar que era la primera vez que ayudaba a alguien sin saber cual era su nombre

-James, soy James Velasco -respondió amable -Di me, como llegaste aquí? ¿Donde están tus padres?

-Mi papá trabajaba en una cafetería -respondió tímida

-¿Y le pagaban bien? -preguntó con un poco de interés
-Eso creo -respondió con una ligera sonrisa -, se fue mes y medio antes de saber que mi mamá llevaba dos meses esperando un bebé...

-¿Y tu mamá? -preguntó ocultando ese interés

-Falleció el día que nació José -dijo en voz baja -Yo tenía 13 años y Felipe un año... -ella guardó silencio un comenzó a jugar con su cabello -Me dijeron que teníamos que ir a la ciudad que está al Este del bosque, nosotros vivíamos al Oeste. Tomé unas pocas cosas y a mis hermanos y entramos en el bosque. No sabía como salir, estaba asustada, tenía que cargar a dos bebés y unas mochilas y, cuando pensé que nunca saldríamos, una coyote nos encontró y... Cuidó de nosotros hasta el punto de que tuvo a sus dos hijos al final de su vida y... -Marilein suspiró y miró al suelo -Nos crió como si fuéramos suyos. Jamás voy a olvidar lo que hizo por nosotros

-¿Y tu familia? -preguntó con tristeza hacia ella -¿No tenían a nadie más que a su madre?

-Teníamos una tía pero no la conozco de nada -ella sonrió y miró a James -Bueno, te toca a ti. Cuenta me, donde está tu mujer?

-Falleció... Hace cinco años -dijo mirando al suelo. Ella se entristeció

-Yo... Lo siento mucho -se disculpó -, no tenía ni idea de que... -James la tomó de la mano

-Tranquila, no es culpa tuya -dijo triste -, nos acabamos de conocer

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⏰ Última actualización: Aug 31, 2015 ⏰

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La nueva mamáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora