Conocernos con la eficacia de conocerse uno mismo, para saber que se desconoce totalmente el exterior pero, ¿que es el exterior si no una necesidad de control? conocerse es saber que ciertas cosas requieren libertad, que uno no precisa la libertad, la libertad lo precisa a uno para existir. El destino se abre desde adentro. Estar anónimo a todo sentir, que cosa vulgar excederse y que cosa triste comparecer ante el miedo, tomar la vida con verticalidad y dejarse fluir como si uno fuese un trozo de algo, la corriente ahoga tarde o temprano todo aquello que se deja llevar, termina en el fondo. El destino se define desde afuera. Sentir, encontrar, otra persona a la cual considerar, cierta incoherencia emocional, desvarios y rutinas, el misterio no se puede fingir. Darle a alguien tiempo es lo más egoísta que se le puede entregar, es triste y gris, ni dar ni recibir minutos, entregar lo que no se tiene y se buscará... todo tic tac tiene un latido de por medio. Qué es el destino ? si no es beber las propias lagrimas cuando se muere de sed.
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365 cartas en el insomnio
RandomAl igual que la música llevamos arraigadas palabras que en el silencio nocturno tienden a inquietarse. He optado por no contar el tiempo, sino contar las canciones, opté por no suspirarle al viento ni perder la ilusión con la distancia, todo lo he o...