Había olvidado por completo que Cassie venía conmigo y que probablemente esté nerviosa al igual que yo, pero estaba tan concentrada en él.
Sus ojos verdes se fijaron en mí, una media sonrisa de sus labios perfilados dirigida hacia mí casi me da un paro cardíaco al ver que lo tenía tan cerca.
Mi cuerpo comenzó a temblar y mis manos a sudar sin saber que hacer al tener frente a frente a una de las personas que más quería, estaba completamente muda, y mis ojos se llenaron de lágrimas de tanta alegría. Negué con la cabeza muchas veces y sollocé tan nerviosa y avergonzada.
—Hola, preciosa.—Lo dijo con una sonrisa que mostraba su hermosa dentadura, su mirada era sencillamente humilde y agradable.
Mi corazón latía demasiado como si no pudiera evitarlo, pero era algo increíble,una de las sensaciones difíciles de describir. Quería grita, llorar, reír, quería que él sintiera lo mismo que yo al verme, porque esperé tanto tiempo que creí que jamás lo vería a los ojos y le diría...
—Oh dios mío, John te amo.
Para algunas personas es patético que una persona llore por alguien que ni siquiera conoce físicamente, pero esto es tan importante para mí, que en verdad quiero demostrarle todos mis sentimientos, quería decirle que cuando me sentía triste escuchaba su música o intentaba escribirle en twitter para decirle cuanto lo amaba, o creaba cuentas en instagram a su nombre, quería decirle que ver una foto de él con una sonrisa era la mejor medicina para seguir feliz. Que siempre imaginé como sería conocerlo, que probablemente lloraría, y es justo lo que estoy haciendo por más que no lo quiera.
Alargó los brazos y sin pensarlo me abalancé sobre él brusca y torpemente, pasándole los brazos por los hombros y haciendo presión como jamás había hecho. Tuve que ponerme de puntillas para hacerlo a pesar de que él tenía su cabeza gacha, era mucho más alto y yo no era exactamente grande, antes de que tuviera tiempo de decirme nada. Enterré la cara en su cuello en un desesperado intento mientras sollozaba agradecida y sin acabar de creerme que estaba pasando.
Lo único que podía hacer era llorar una y otra vez como una niñita, me sentía avergonzada, pero no podía dejar de hacerlo, era inevitable, porque es un sueño cumplido.
—Yo te amo más.— murmuró alegre.
Y esas palabras, esa pequeña frase hizo que mi corazón explotara de amor y emoción, fue lo que hizo que no me detuviera con mi plan en lo absoluto, hizo que me sintiera especial como nadie, y eso... Eso me hizo sentir única.
No quería alejarme de él, pero no tenía más opción, ya que sólo eran unos minutos para pedirle su autógrafo y decirle algunas lindas cosas. De tan avergonzada que estaba escondí mi rostro con las manos
Rió por lo bajo y tomó mis manos lentamente hasta que me hizo mirarlo a los ojos.
—¿Cómo te llamas?— preguntó realmente dulce.
Mordí mi labio inferior nerviosa.
—Brook... Hudson.
Sonrió.
—Bien señorita Hudson, ¿quiere un autógrafo?
Reí y asentí rápidamente entregándole una libreta demasiado nerviosa.
Tomó un bolígrafo negro y puso su firma casi ocupando todo el papel.
Me entregó la libreta y sonrió amable.
—Muchas gracias por venir Brook.
Le regalé una sonrisa sin muchos ánimos y sollocé de nuevo.
—Te quiero mucho.
«Parezco una idio*ta en éste instante, pero no puedo dejar de llorar.»
Rió y me abrazó de nuevo.
—No llores, las princesas no lloran.
Cassie entreabrió los labios, pero simplemente no dijo nada.
Asentí nerviosa y me alejé.
—Gracias por todo...
