La semana del demonio-parte 1

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¿Y ya nunca hablas con ellas?-dijo Almudena antes de tomar un sorbo de café.
-Muy poco.-le respondí- Pero no importa, porque cada semana santa nos reunímos y la pasamos genial. Como si todo siguiera igual. ¿Que gracioso no? Dicen que la persona de la que te enamoras es quien te hace sentir como un niño de nuevo, pero ellas son realmente las que me devuelven ese sentimiento.
-¿Y como comenzó esta tradición tan extraña?
-Me parece que fue la semana santa del 2015, una de las mejores semanas de mi vida.
-Quiero que me lo cuentes todo...¿Qué hace esta semana tan especial? -y volvió a tomar un sorbo de café
-Eso podría demorar un poco, cuando acabe de contartelo mi embarazo ya habrá terminado -dije riendo- Pero lo intentaré.

Recuerdo que llegue una día tarde a la playa, por lo tanto me perdí la primera noche, pero escuche tanto de ella que sentía que la había vivido. ¿Como se llamaba la playa? No lo recuerdo, pero recuerdo cada detalle de ella ¿Que irónico no?
Talvez no te cuente perfectamente como pasó todo, pero estoy segura de que no he olvidado las cosas importantes.
Talvez deba comenzar por el hecho de que Nicole estaba quedándose en otra casa, pero igual pasabamos mucho tiempo con ella. El primer día fue increible, pero a quién engaño, la verdadera diverción comenzaba en las noches. Esa noche me alejé del alcohol y me dediqué a "observar" se podría decir. Eso no significa que la pasé mal, solo significa que noté cosas que no me gustaron mucho. Recuerdo que a lo largo del día había sentido que Leah, Zoe y Natalia estaban intentando formar un grupito de solo las tres sin el resto de nosotras y esa noche vi algo que lo confirmó. Un grupo de amigos se habían subido en una cuatrimoto para ir a "cerrear" entre los que estaban Zoe y Leah. Recuerdo haber tenido muchas ganas de subir, pero no iba a intentarlo, ya me había pasado bastantes veces en un día que mis propias amigas: Leah, Natalia y Zoe me decían que ya "no había sitio en la cuatrimoto" y me dejaban afuera. Era bastante vergonzoso pero esta vez la que pasó la verguenza fue Amanda, que intento subirse en la cuatrimoto. Recuerdo perfectamente ver a Leah diciendole bruscamente que se baje, pero Amanda se empeñaba en subir, sin embargo, al final Leah hizo algo que nunca voy a olvidar. Le pidió al conductor de la cuatrimoto que avanze haciendo que Amanda tenga que perseguir el vehículo y darse cuenta de que no iba a lograr subir, así que comenzó a caminar de regreso y para hacerla sentir mejor le dije que la habían botado porque no había espacio, pero cuando volví a mirar, la cuatrimoto había vuelto a donde estabamos para que Leah le diga a Natalia: ¿No vas a venir? ¡Sube rápido! Y eso si que me enfadó. ¿Por qué había espacio para ella y para Amanda no? Recuerdo que me sentí excluida aunque yo no había sido la afectada.

El resto de la noche fue muy divertida, pero nada fuera de lo normal. Las personas de la cuatrimoto regresaron con alcohol y todos comenzaron a beber. Hubieron besos, ebrios y errores. Si, errores como los que yo cometería la noche siguiente.

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