A/N: Como dice el título, este OneShot narra la relación entre dos chicas (Yuri).
Este, como muchos otros (anteriores y futuros) está inspirado en una experiencia personal.
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Nos conocimos por Internet un día cualquiera de aquel anormalmente fresco mes de Junio. Mi amiga Mei había tenido ocasión de hablar con ella anteriormente, se habían conocido por twitter, y aseguraba que sería genial contar con una tercera persona durante nuestras tardes de locura en casa cantando. "Sora te va a encantar" Decía. "Sois muy parecidas" Repetía una y otra vez.
La incluyó en nuestros grupos de conversaciones de un día para otro. Yo no estaba muy segura al principio, la verdad es que la idea de compartir con tanta sencillez lo que para mí resultaba importante me desconcertaba. Era consciente de que la iniciativa de empezar a cantar había sido suya, por lo cual no es como si yo tuviera mucho que hacer al respecto. Decidí darle una oportunidad y ver qué tal era. Si Mei había confiado en ella, por qué no iba a poder yo hacer lo mismo.
Todo comenzó con tímidas conversaciones a través de las redes sociales. Basamos nuestra relación en simples "Hola" y superficiales "¿Cómo estás hoy?" Poco a poco fui conociendo una chica con criterio, mucho más inteligente que yo. Por un tiempo odié todo lo que hacía. Dibujar, escribir, cantar... Bailar... Siempre aparecía con una versión mejorada de todos mis medios logros. No diría que tuviera mal perder, ni siquiera se trataba de competitividad, es solo que empezaba a sentir que mi imagen, estable hasta entonces, se tambaleaba por momentos.
Mei la traía consigo siempre que quedábamos, e incluso a veces se veían más entre ellas. Tal vez llegase el día que decidieran no contar ya con mi presencia.
Una mañana de Junio recibí un mensaje de un número desconocido. "JiAhn, ¿cómo estás? No tengo nada que hacer hoy, ¿te apetece dar una vuelta?" Al instante le informé de que no sabía de quién se trataba. Entonces una única palabra apareció en la pantalla de mi teléfono. "Sora".
Quería tirar el móvil lejos, fingir que me lo habían requisado, o que ni siquiera había visto el nuevo mensaje. Desaparecer. Pero al final, ¿de qué servía actuar? Era... secretamente consciente de que toda la hostilidad estaba en mi cabeza, y que posiblemente mi problema sí fueran los celos. Si tienes el suficiente interés en una persona como para envidiarla, entonces tienes criterio suficiente para admitir que es mejor.
Quedamos. Nos vimos a media mañana en un punto de encuentro común a muchas otras personas de la edad. Llegó puntual, cosa que agradecí ya que me ahorró superficiales conversaciones con algún conocido.
Fue una tarde realmente tranquila. Dimos una vuelta por el centro, tomamos un café en un puesto del paseo de la playa, y hablamos. Mucho. Más que nunca hasta entonces. Y la conocí, a ella, a la verdadera Sora. La Sora a la que no le gustaba el dulce, o la gente demasiado extrovertida, a la Sora que tenía problemas en casa por temas tan comunes como pueden ser los estudios, la Sora cuya vida no era tan perfecta como aparentaba.
- Hago lo que hago para poder destacar en algo.- Había dicho cuando le pregunté, con un tono un tanto irónico.- Canto, baile, dibujo... Nada de lo que soy parece ser suficiente para ellos.
Sonreí en silencio. Egoístamente la desgracia de unos es alivio de otros.
Al final de la tarde me enseñó una canción. Una que no tenía nada que ver con países ni grupos de asiáticos, sino con sentimientos. Una que le gustaba de verdad, con la que se sentía identificada.
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- Momentos De Inspiración -
RandomEsto empezó siendo una recopilación de OneShots de kpop, pero actualmente le estoy dando una orientación diferente, por lo que el resultado final es un tanto confuso, como una gran mezcla de todo. Ahora mismo me centro más en cosas puntuales que se...