Capítulo 11: "Una oportunidad":

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PoV Rose:

No podía negarlo, Aaron era un chico muy interesante. Mientras íbamos a nuestra clase me fijé en su forma de caminar:
*El pecho ligeramente inflado
*La frente siempre en alto
*Zancadas uniformes y muy de hombre
*Cierto ego en la forma de presentarse con el mundo.

Mientras miraba a Aaron no reparé en el hecho de que todo el colegio estaba mirándonos. Algunas chicas parecían matarme con la mirada y maldecían cada respiración que daba junto a él. Los chicos estaban mirando a Aaron con un notable desdén
— ¿Qué les pasa a todos hoy? — pregunto en voz baja
—Celos preciosa — responde Aaron sin mirarme
" ¡Creí que no estaba prestando me atención!" Al parecer si...
— ¿De qué estás hablando? — le pregunto y entonces él me mira
—Tú conmigo, y yo contigo — me aclara, pero sigo sin entender
—Pero nosotros no somos nada — exclamé espantada
—Muchos sufren más por lo que se imaginan que por lo que en realidad ven — afirma tranquilamente y para ser honesta me dejó sin palabras... tenía razón.

Llegamos a nuestros salón y como todo un caballero me abre la puerta para que pueda pasar
—Es todo un caballero señor Nowell — dice la profesora pasando por el costado, Aaron sonríe
— ¿Cómo lo haces? — le pregunto y sonríe
—No sé de que hablas — dice haciéndose el inocente
—Haces que las personas te amen o te odien con tan solo un gesto — confieso
—Es un don nena — alardea y me rodea la cintura con su brazo
— ¿Qué haces? — pregunto mirando su brazo
—Marcando territorio cariño — responde muy tranquilamente mientras nos sentamos
— ¿Marcando que cosa? — pregunto exagerando tal vez un poco
—Marcando territorio hermosa. Tú eres mía y había un idiota que no te sacaba la mirada de encima — dice y me siento
"Será más difícil de lo que me imaginaba" esto será imposible.

No quería demostrar incomodidad por estar junto a Aaron pero el hecho de que muchas de las chicas que se encontraban en el salón me estuvieran asesinando con la mirada no ayudaba mucho que digamos.
Aaron permanecía atento a la clase, en cambio yo no podía pegar ni una seguida.
Un papel cayó en mi banco y mire a todas partes buscando a quien lo había tirado pero todos estaban atentos a la clase, algunos no pero tampoco estaban mirándome. Tomé el papel y lo abrí
"Aléjate de Aaron o sufrirás las consecuencias. Podemos hacer de tu vida un maldito infierno" me quedé atónita. ¿Qué demonios estaba pasando?, ¿Quién me amenazó?, ¿Por qué diablos no puedo concentrarme en una cosa a la vez?

Guardé el papel en cuanto Aaron volteó a verme, sonrió y volvió la mirada al profesor. Tragué en seco. Estoy en problemas.

El timbre sonó y guardé mis cosas, Aaron también y se quedó parado esperándome
— ¿Qué estás haciendo? — le pregunto mientras me paro
—Estoy esperándote — responde lo más normal del mundo
—Aaron creo que deberías irte — comento algo nerviosa
—Vamos Rose, una oportunidad, ¿quieres? — dice haciendo una exageradamente hermosa y tierna cara de perrito
— ¿Tienes que hacer esa cara? — digo bajando la mirada para no caer en los encantos de esos hermosos ojos celestes.

Sea quien sea la persona o personas que enviaron la nota yo no tengo la culpa de que él no me deje en paz.
Suspiré rendida
—Ya, está bien — suspiro rendida y sonrió como un niño que acaba de salirse con la suya
—Ven preciosa vamos a almorzar — dice y me tiende su mano
" ¡Ey espera! ¿Qué pasa con tus amigos?" No lo sé... pero ya después me ocuparé de sus bromas.

Salimos del salón y dejamos las cosas en nuestros casilleros y luego fuimos a la cafetería. Todos nos miraban y yo quería esconderme
—Todos nos están mirando — reitero escondiéndome tras él
—Tú tranquila preciosa, son celos. Te lo dije, tú y yo somos noticia — dice muy relajado y yo estaba que me moría de la vergüenza.
Con nuestra comida nos sentamos en una mesa los dos solos
— ¿Por qué estás haciendo esto? — le pregunto y sonríe pero no me responde
—Te hice una pregunta, Aaron — repito cual inquisidora, él deja su hamburguesa y me mira
—Aún no es momento de que te cuente porque, pero lo que si puedes saber es que es por una buena causa, y jamás te rompería el corazón — me responde y me deja sin palabras.
Mis amigos me miraban y también mis hermanos, estoy muerta.
Al pasar la mirada por toda la cafetería me encuentro con la mirada de Mark fija en mi como si no hubiera nada más en el mundo. Bajé la mirada y Aaron notó mi incomodidad y miró hacia donde estaba Mark
— ¿Te está molestando? — me pregunta y niego con la cabeza
—No — respondo y bajo la mirada nuevamente
—Rose. ¿Sabes quién es en realidad Mark? — me pregunta y me sorprendo ante eso
— ¿De qué hablas? — pregunto extrañada
—Él no es quien dice ser, no es un santo. La directora me dijo que tiene muy mala conducta y un legajo repleto de notas de sus antiguos colegios — aclara y algo en mi termina de romperse, tal vez es la ilusión de que Mark fuera un buen chico.
Maldito seas Mark Miller, mentiroso manipulador
—Ya... ya lo sabía — admito y se sorprendió
— ¿Ya lo sabías? — me pregunta
—Mis hermanos... ellos lo conocían y me advirtieron que clase de chico es él — finalicé tristemente. Aaron se me quedó viendo y al ver mi cara de desilusión tomó mi mentón con su mano y alzó mi cabeza ligeramente
—Lo siento — se disculpa dulcemente
—No, tú no tienes la culpa — digo algo tímida,
—Ven, vamos — dice y me toma de la mano.

Lo seguí sin protestar por unas escaleras hasta el techo de la escuela, abrimos la puerta y llegamos a la azotea.
Caminamos hasta el borde y había una hermosa vista de la cuidad que me vio crecer
—Soy nuevo en la cuidad pero aún así parece que la conozco desde hace siglos — dice mirando al horizonte
—Yo crecí en Miami y amo ésta cuidad — digo suavemente
—Para ser honesto lo menos que quería era mudar toda mi vida aquí, pero ya estoy aquí y no me molesta lo que encontré — dice mirándome
— ¿Dónde quedó ese ególatra playboy que conocí? — pregunté y el sonrió
—Nunca quise ser así — admite bajando la mirada
—No soy un mujeriego desalmado, sólo estoy enojado — dice y por primera vez le creo lo que está diciendo
— ¿Por qué eres así? — le pregunto y se aproximó hacia mí dejando unos pocos centímetros entre nosotros
—Me gusta ser seductor, pero no soy un maldito mujeriego — dice y mi corazón comienza a latir más rápido
—Quiero besarte — susurra y nuestros labios se rozan unos contra en otro.

Estaba en la azotea con Aaron Nowell a punto de besarlo. Él se aferró a mi cintura, el espacio que nos separaba desapareció ya que pegó su cuerpo al mío
—Aaron... — alcancé a decir con un hilo de voz y cerré los ojos
"¡¡Rose!!. ¡¡Rose!!. ¡Reacciona Rose!. ¡Vuelve a la realidad genia!" Abrí los ojos de golpe y tenía a Aaron con los ojos cerrados a milímetros de mí. Me solté de su agarré y salí corriendo como alma que lleva el diablo.

¿Acaso estoy demente?. ¿Qué sucede conmigo?. ¡Estuve a punto de besarlo, de besar a Aaron Nowell! Debo estar loca.







Capítulo 11: ¿Qué le pasa a estos dos? Se pelean y después están por besarse?. Ya verán lo que pasa luego.

Voten y Comenten :)

Un Beso!!

-Clari!

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