-¿Ya no... no me quieres?
Era una pregunta dolorosa. Su boca se endureció para soportar el golpe.
-Ya no te necesito, así de simple.
32
-¿Ya no... no me quieres?
Era una pregunta dolorosa. Su boca se endureció para soportar el golpe.
-Ya no te necesito, así de simple.