Nunca pensé que me iba a enamorar. Hasta aquella tarde yo te vi. Al principio sólo me fijé en ti como un amigo. Hasta que poco a poco te fuiste metiendo en mi corazón, y fue en ese momento cuando de ti me enamoré. Eras el chico ideal, todos lo decían pero no sabían que por dentro eras un desgraciado que sólo vivía para él y sus cosas. Que bien lo pasé cuando pensaba que me querías pero más grande fue el dolor supe que de mí te estabas burlando. Entonces en ese momento de ti decidí olvidarme y con le tiempo, y con mucho dolor lo conseguí o al menos eso pensé. Hasta ayer ya no te recordaba pero cuando te vi en el mismo parque donde nos conocimos, me entró un cosquilleo por el estómago. Cuán grande fue mi sorpresa cuando te vi coqueteando a otra chica como me hiciste a mí. Esa chica va a sufrir pensé para mí pero todo en esta vida pasa y las malas personas se llevan sus castigos. Han pasado ya dos años y de ti no sé nada. Hoy por hoy, soy feliz con un chico que me quiere y que me hace feliz. El pasado sábado 28 en mi puerta un ramo de flores me encontré. No llevaba tarjeta, pero si un regalo. Yo pensé que era de mi chico pero cuál fue mi sorpresa al verte aparecer diciéndome que me querías yo te eché, pero tu insistías. Hasta que decidí hablar contigo y tú con palabras dulces me decías que me querías. Pedías mi perdón, que sin mí no podías vivir. Me contabas que habías comprendido que yo era tu verdadero amor. En ese momento no sentí un cosquilleo lo que sentí fue odio y rencor hacia él. Pero, yo le eché y él me decía que lo perdonara que me quería, y siempre repetía lo mismo. En ese momento yo me dí cuenta que todavía yo lo quería porque él fue mi primer gran amor, y aun que parezca mentira, el primer amor nunca se olvida. Pero con dolor le dije que me olvidara que yo tenía mi vida, y el llorando se fue. Hace dos semanas vino María, su hermana y me dio un mensaje de parte de él que era: Mi vida, cómo quieres que te olvide si por ti estoy sufriendo, porque de ti me enamoré y ahora al saber que eres de otro no quiero vivir. Ami me extrañó porque vi a su hermana de negro. Ella me dijo que él se había quitado a vida por mi. Yo empecé a llorar, y le pregunté donde estaba su cuerpo. María me acompaño hasta el lugar y allí en el parque donde lo conocí estaban sus restos con una nota en el suelo que decía: No te eches la culpa de mi muerte, que tú culpa no tienes, yo jugué contigo y ahora me arrepiento. Por eso me quito la vida para que seas feliz, y no sufras, que yo mismo así lo decidí.
