Ojos Vacíos

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Dicen que los ojos son las ventanas del alma, ¿pero que pasa si los ojos no expresan nada, si están vacíos?

Aun recuerdo aquel día, yo estaba caminando por el bosque como todos los días desde que empezó el verano, no recuerdo como paso pero llegue a una mansión abandonada.

No recordaba que hubiera ninguna pero como era un bosque extenso pensé que estaba e una zona que no había ido nunca, mi curiosidad y aburrimiento me empujaron a entrar.

La casa era el aspecto espectral de lo que había sido una mansión de alta cuna, aunque poco importaba pues estaba todo por el suelo, roto, como si hubieran recogido todo lo importante con prisa para irse.

La mansión casa era de dos pisos, pues nada mas entrar tenias dos escaleras que subían, decidí ir primero por la planta baja.

No encontré fuera de lo común, menos los cuadros, en todos los cuadros había pintado una mascara marrón, en algunos alguien la llevaba puesta y en otros estaba simplemente.

Subí al segundo piso esperando ver algo mas interesante que cuadros de mascaras, no había nada fuera de lo común, los dormitorios, los baños, hasta la biblioteca , estaba todo igual, tirado por el suelo, con las paredes destrozadas por el tiempo y los muebles de madera podridos.

Decepcionado por lo que encontré me disponía a bajar las escaleras, pero algo me hizo darme la vuelta y descubrir una puerta doble, que no recordaba verla.

Abrí las dos puertas y me quede impresionado por lo que vi, una sala de baile inmensa tenia ante mis ojos, era octogonal con espejos que ocupaban las siete paredes pues una era la puerta, me imagine como habría sido años atrás, todo iluminado y brillando mientras la gente bailaba, ahora sin embargo, todo estaba roto, los espejos quebrados, la gran lámpara de araña se había caído en el centro rompiéndose y dejando cristales por todas partes.

Sentí una mirada detrás de mi, me di la vuelta y allí estaba, un hombre vestido como en las fiestas de mascaras del siglo victoriano, con el pelo negro peinado elegantemente, y con una mascara marrón tapándole la cara.

Sus ojos eran negros, no completamente, si no el iris, estaban como vacíos, inexpresivos.

Estaba muerto de miedo y sacando fuerzas de la flaqueza le pregunte

- ¿Quien eres? Déjame irme

Lo único que me respondió fue esto

-Dicen que los ojos son las ventanas del alma, ¿que ves en mis ojos?

Le mire a los ojos y sentí una enorme presión como si estuviera sufriendo, como si no me quedara a nadie ni nada, a continuación me desmaye y desperté en el bosque, con una mascara marrón al lado de mi cara.

Al día siguiente fui con la mascara al lugar donde esta situada la mansión, no estaba.

Aun sigo buscando.


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⏰ Última actualización: Aug 12, 2015 ⏰

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