Pero conseguiré tu número...
Uf.
Me levanté de la mesa y fui a fregar los platos con la MALDITA frase retumbando en cada rincón de mi cabeza. Sin pausa.
Conseguiré...
Cogí el estropajo y lo restregué con rabia por el plato.
Tu número...
¡VA A CONSEGUIR UNA BOÑIGA!
Me llevé las manos a la cabeza. Un día de estos me iba a volver loca...
Si un chico cualquiera me hubiese dicho esa frase, habría pasado olímpicamente de él, ya que gente contada tiene mi móvil.
Pero él parecía que lo diera por hecho. Es como si en realidad me quisiera decir: Lo conseguiré. A las buenas o a las malas.
Me cruzé de brazos. ¿Para qué querría mi número? ¿No hay suficientes tías en el insti que me lo tiene que pedir a mi?
Oh vamos, Álex. Seguro que te lo decía en broma.
Al día siguiente una Rachel sonriente me esperaba en la puerta del colegio con una cosa en la mano.
Venga ya... No fastidies.
-Dime...-Me tendió MI monedero.-¿Te pagó la limonada?
-¿QUÉ?-No me lo podía creer.- ¡OH RACHEL!, ¡TE ODIO TANTO!
Rió mientras yo guardaba el monedero.
-¿Pero cómo has sido capaz?.-La llevé hasta dónde nuestras taquillas.
-Toda relación necesita un empujoncito, ¿O no?.-Me guiñó un ojo.-Venga, va... ¿Cómo fue?
Pero conseguiré tu número...
Cerré los ojos.
-Me pagó la limonada.-Abrí mi taquilla. Susurré.-Y dijo que conseguiría mi número... Porque no quise dárselo.
La boca de Rachel se descolgó formando una O.
-¿Q-Qué?.-Parecía confusa.-¿Te pidió el número y tu le rechazaste? ¿Así? ¿Sin más?
Asentí y Rachel se llevó una mano a la cabeza.
-No me lo creo... Aunque le distes las gracias...-Entrecerró los ojos.-Le diste las gracias, ¿No?
Me quedé observando la taquilla.
-No se las distes.-Cerró la suya con decisión.-No me lo puedo creer, y tu te consideras mejor que él.
-¡No me considero mejor que él!.-Dije.
-¡No le distes ni las gracias, después de que pagara tu bebida!.- Dijo.-Es mas, le rechazastes. ¿En qué estabas pensando, Álex?
-¡Venga ya! ¡Me lo dice la que robó mi monedero!.-Soplé y intenté calmarme.- Vale... Iré a darle las gracias.
Rachel asintió.
-Aunque sea hazlo por quedar bien.-Me miró.-Es de educación de lo que estamos hablando...
Rachel tenía razón. Había estado mal pasar de él y ni siquiera darle las gracias...
-Odio cuándo tienes razón.
-Siempre la tengo.-Me dijo sonriendo.-Y ahora ve a buscarle.
-¿A-Ahora?.-Pregunté patidifusa.
-Ahora.
Cruzé el pasillo en su busca intentando divisarle
Por fin, logré encontrarle. Estaba rodeado por cuatro chicas con atuendos un tanto... FRESCOS.
Me acerqué a él intentando no llamar la atención demasiado, sin conseguirlo.
Pronto, Xene giró su cabeza hacia mí y me miró fijamente, mientras me dedicaba esa sonrisa suya tan... ¡TAN JODIDAMENTE PERFECTA!
-Xene...-Le susurré.-¿Podemos hablar un segundo?
La pregunta pareció sorprenderle y se despidió de las otras. No sé por qué pero me alegró el saber que se iban. Se puso enfrente mío tan radiante como siempre.
-¿Te has arrepentido y vienes a darme tu número?
...
...JÁ, ¡QUÉ GRACIOSO!
Respiré profundamente.
-No.-Dije demasiado tajante.
Sonrió más abiertamente. Pareció divertirle.
AJ... ¿TODO LO QUE HAGA LE DIVIERTE?
-Es solo que...-Miré hacia abajo un poco tímida. ¡Suéltalo ya!.-Gracias.
-¿Gracias?.-Me miró risueño.
Ah, claro... Quería su recompensa.
-Gracias por pagarme lo de ayer.-Abrí mi cartera y fui a sacar el monedero.-Pero aquí tienes, 1'80, como-
-No hace falta.
Le miré extrañada.
-¿Qué dices?-Saqué mi monedero.-Toma...
-No digas chorradas...-Cerró mi monedero.
Me quedé un tanto perpleja.
-Son solo 1'80.-Me sonrió, otra vez...-No es el fin del mundo.
Guardé mi monedero. Tenía razón.
-Ya, bueno...-Dije cerrando mi mochila.-En todo caso, gracias.
Señaló mi mochila.
-Has encontrado tu monedero...¿Dónde estaba?
Cerré los ojos y suspiré.
-No preguntes...-Mejor no contarle qué había pasado...-Bueno, Xene, nos veremos en clase, hasta luego.
Después de despedirme, me giré para volver a clases.
Hecho. Le he dado las gracias. Ahora puedo descansar en paz, ¿Verdad Rachel?
De pronto, mi móvil sonó. El sonido de que me habían enviado un mensaje. Sería Rachel, preguntando dónde estaba.
"Adiós, Álex"
Era un número desconocido.Por alguna extraña razón, me giré hacia atrás.
Sólo vi a Xene, con su móvil en la mano.
¿Qué...?
*PIP*
Sonó por segunda vez. Era la misma persona.
"Nos vemos en clase"
Volví a girarme sin creer lo qué estaba pasando.
Xene me miraba sonriendo. Hizo un gesto de despedida con la mano y se encaminó a su aula.
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Luz de Luna
RomanceXene Lyonell. Te lo definiré en tres palabras. Popular, creído y imbécil.