A través de un reflejo

Mejor ya nada espero.

Recuerdo aquel día jueves cuando todo parecía volverse a nublar, tu voz enamorada me ofreció redacción de una historia juntos que me hizo sentir que podía ser esta vez totalmente feliz...

Hoy mientras me siento a recordar el dulce y tembloroso sabor del primer beso, me pregunto como fue que la estrella de nuestro amor dejó de brillar y fue en descenso. 

Confieso que a veces me recuerdas lo lindo del amor, besos que roban la respiración, oraciones que esperanzan el alma y verdades que dan satisfacción. 

Dices que necesitas otra oportunidad, mientras yo solo espero una mejor realidad, un amor sincero y verdadero, valiente y comprometido, dedicado y esforzado, un nuevo y esperado comienzo real y de verdad. 

Pienso que retirarnos un tiempo ayudaría, pero me cuesta estar sin tu extraña sonrisa, pido a Dios de su guía y espero su fuerzas sin prisa, espero de él un consejo que me lleve de su mano al mejor tiempo.

Saber que deseas y que piensas sera una ventaja, pero muchas veces cierras la ventana, callas y me dejas en desesperanza. 

No se si continuar o dejar pasar el tiempo, esperaré de Dios el consejo y mejor de ti ya nada espero...