01. Cosas nuevas.

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Me llamo Ruben Doblas, tengo 18 años y vivo en España. Voy a sexto año del instituto, allí tengo muchos amigos, como Mangel, Oliver, Harry y Daniel, ellos son mis mejores amigos, pero en especial Mangel, a ese bizco lo quiero mucho.

Era un día normal como todos los otros, yendo al instituto como siempre lo hacía, y allí estaba, en la puerta del colegio esperando a que vinieran mis amigos.

Oliver y Harry llegaron juntos muy rápido, los saludé y pronto vino Daniel, me sorprendí a mi mismo buscando entre toda la gente a Mangel, no sé qué me pasaba, me sentí muy nervioso... y pronto el apareció, tan lind- un momento ¿qué me pasa? ¿por qué estoy diciendo eso? Sólo es mi mejor amigo...

Mangel: ¡Hola chicos!

Ruben: Hola... -Dije muy nervioso-

Mangel: ¿Te pasa algo Rubén?

Ruben: No, nada, sólo es que tengo algo de sueño...

Mangel: Ah, vale. -Sonríe-

No podía parar de verlo, su sonrisa era tan hermosa... pero todavía no entiendo... ¿cómo es que de un día para el otro me gusta mi mejor amigo?... ni siquiera sabia que yo era gay, he tenido novias, y ahora mi mente me viene con esto. Pero hasta no tener clara la mente, no le voy a decir nada, tal vez tenga sueño o hambre y por eso estoy delirando... no lo sé.

Entré a la clase, me tocaba biología, no me iba nada bien en esa materia, y como siempre entré tarde.

Profesora: ¿Otra vez tarde Doblas?

Ruben: Me llamo Ruben, no volverá a pasar.

Profesora: Claro... -Dice sarcásticamente-

La miré con disgusto y me senté en mi pupitre. Luego de unos minutos de clase tomé mis auriculares y comencé a escuchar algunas canciones de Sleeping With Sirens haciéndome el que prestaba atención a la clase.

Pronto mi mente se dejó llevar, como de costumbre, y adivinen en quién pensé... exacto, en Mangel.

Me lo imaginaba tan hermoso como siempre, y en ese momento entendí que no era cosa de sueño o hambre, él me gustaba, mi mejor amigo me gusta. Pero, ¿qué pasaría si yo le digo lo que siento?, tal vez se arruine nuestra amistad... creo que ese es un riesgo que tengo que tomar...

Tocó la campana y salí al receso, fui a comprar unos caramelos y no pude evitar notar que un grupo de chicas me miraban, les sonreí y todas ellas se sonrojaron, me causó mucha gracia.

Cuando pasé por unos de los pasillos comiendo mis caramelos me crucé a Daniel y a Mangel, los dos fueron corriendo hacia mi como unos chicos desnutridos pidiéndome por unos dulces.

Ruben: Daniel, de fresa, tus favoritos y Mangel, de naranja... tus favoritos. -Dije mientras les daba sus caramelos-

Mangel: Me conoces tan bien. -Dijo mientras se comía el dulce-

Ruben: Sí, eso creo. -Le sonreí tímidamente-

Daniel: Oigan, yo me voy a sacar unos libros a la biblioteca, después los veo. -Me mira y me guiña un ojo-

¿Qué fue eso? ¿Daniel guiñandome un ojo?...

Mangel: Oye, te noto algo extraño, ¿estás seguro de que no te pasa nada?

Ruben: Seguro. -Me pongo nervioso-

Mangel: Okey...

Luego de esa escena fuí corriendo hacia la biblioteca, cuando entré vi a Daniel mirándome con cara picarona. Me acerqué lentamente y le pregunté por qué me había guiñado un ojo...

Daniel: Ya sé tu secretito. -sonríe-

Ruben: ¿Cuál secreto?...

Daniel: No te hagas, sé que te gusta Mangel. -Pone cara pervertida-

Ruben: -Mi corazón se acelero tanto que me sonroje- ¿Q-quién t-te dijo e-eso? -Dije tartamudeando-

Daniel: Se nota en como lo miras, no sabía que eras de esos...

Ruben: Daniel, por favor, no se lo cuentes a nadie, él es mi mejor amigo y no sé como reaccionaría si le digo que me gusta, sólo dame tiempo para pensarlo y yo lo resolveré.

Daniel: Claro, pero quiero decirte que harían linda pareja.

Cuando dijo esas ultimas palabras me sonrojé completamente, sólo podía pensar en como seríamos Mangel y yo siendo pareja... hasta ahora solamente lo puedo soñar...

Era un nuevo día, me levanté y como siempre estaba mi madre preparando el desayuno, me senté en la mesa y comencé a tomar mi capuchino con cupcakes, tenía tiempo de sobra ya que me levanté bastante temprano e iba a la tarde al instituto.

De repente recordé algo muy importante que no tomé en cuenta, mi madre es homofóbica, yo no le tomaba mucha importancia cuando me gustaban las mujeres pero ahora, que me gusta un chico, y ese chico es Mangel, el cual mi madre conoce desde que íbamos juntos a jardín de niños, ¿qué pensará de mi?...

No le tomé tanta importancia de todos modos, ni Mangel sabe que me gusta.

Estaba yendo en el bus hacia el instituto, y comencé a hablar con Mangel por whatsapp.

(Conversación por Whatsapp)

Ruben: Estoy yendo al instituto ¿y tú?

Mangel: Ya estoy aquí, solito :(

Ruben: El amor de tu vida esta a punto de llegar ;)

Mangel: ¿Sí? ¿Por donde vienes?

Ruben: <3

(Fin de la conversación)

No lo podía creer, Mangel me consideró el amor de su vida, creo que esto va por un buen camino.

Cuando bajé del bus fui hasta la puerta del instituto, y allí estaba, con su móvil en la mano, y tan solo.

Ruben: ¡Mangel! -Corrí hacia él-

Mangel: Hola ¿cómo has estado?

Ruben: Muy bien...

Mangel: Me alegro, oye me parece raro que no haya venido nadie, ya van a ser las 12:00, tal vez hoy no había clases.

Ruben: Sí, tienes razón, y mira, las puertas están cerradas ¡Coño!

Mangel: Bueno, no sirve de nada quedarse aquí, ¿quieres venir a mi casa? Mis padres están trabajando así que no nos molestaran en nada -dice estirando sus brazos-

Ruben: Vale.

Nos vemos a las 12:00 (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora