10. Gran baile escolar.

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Mangel: Rubiuh, ¿dónde duermo yo?

Ruben: Conmigo. -Sonrío obvio-

Mangel: Pero... ¿tu madre no se va a enojar?

Ruben: Si no lo sabe no podrá enojarse.

Mangel: -ríe mientras me abraza- te amo.

Ruben: -le devuelvo el abrazo, más fuerte- y yo a ti.

(Al día siguiente)

Madre de Ruben: ¡Chicos! ¡bajen a desayunar!

Ruben: ¡Ya vamos! -respondí, aún con los ojos cerrados y medio dormido- Hey, Mangel... despierta. -pedí tocando su mejilla-

Él dormía pacíficamente con su brazo rodeando mi cintura.

Mangel: No-uh... 5 minutos más... -sube un poco más el cobertor, cubriendo la mitad de su cara-

Ruben: -enternecido- ya, levantate, es tarde.

Mangel: ¿Qué hora es?

Ruben: -mirando por encima de Mangel al reloj en la mesa de luz- Las 12:00.

Mangel abrió los ojos destapandose y se lanzó sobre mí besando toda mi cara, para entonces ya estaba completamente sonrojado y mirándolo sorprendido.

Ruben: ¿Y e-eso? -le dije, aún abrumado-

Mangel: ¿Te olvidaste de nuestra hora? -un falso tono de reproche- Bobito -me besa después reír y levantarse-

Sólo reí y me levanté, ambos nos vestimos y bajamos a desayunar.

Mi madre había preparado capuchinos con galletas de chocolate. Al terminar fuimos apurados al instituto.

Bajamos del colectivo e instantáneamente Mangel tomó mi mano, mi corazón se sentía una bomba en mi pecho mientras él se veía calmado, quizá sabiendo desactivarla.

Entramos al colegio y nos separamos, fui a mi salón, biología era una clase eterna -a mi parecer-.

De repente Melina vino a mi mente, miré a mi derecha examinando los bancos y me extrañé al no encontrarla, no le di importancia, sin embargo. Después de todo, ella buscaba arruinar a mi Mangel.

Salí al receso en cuanto oí el timbre anunciarlo, me detuve al ver un folleto en el pasillo, "Gran Baile Escolar" podía leerse fácilmente. Siempre me gustaron esas cosas a pesar de que nunca estuve en uno.

Mangel: -toca mi hombro anunciando su llegada- ¿Qué haces, Rubiuh?

Ruben: ¡Mira, Mangel! Un baile escolar -chillé como un niño y con una gran sonrisa en mi cara-

Mangel: Sí... ¿qué con eso?

Ruben: ¡Deberíamos ir! ¡Por favor!

Mangel: No sé bailar... y aún si supiera ¡así no se hace una invitación al gran baile! -desvía la mirada y sus mejillas se ponen levemente rojas-

Sonreí divertido y al cabo de segundos ya estaba con una rodilla en el piso -tal como propuesta matrimonial- y dije: "Oh, mi querido y amado Mangel, ¿me harías el honor de ser mi acompañante en esa gran noche posiblemente estrellada e ir al baile conmigo?"

Abrió sus ojos como platos y se sonrojó aún más.

Mangel: Shhh, llamas la atención...

Ruben: -hago un leve puchero y me quejo- ¿no te gustó mi propuesta?

Mangel: -suspira, más calmado- Vamos a casa... -toma mi mano y comenzamos a dirigirnos hacia la puerta-

Ruben: -cayendo en cuenta- Pero todavía no acaban las clases.

Nos vemos a las 12:00 (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora