Cap. 3

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Al acercarse a la orilla del magma Harry continuó y las llamas se abrieron a su paso, pudiendo continuar su descenso atravesándolas. Allí, de cerca, se podía ver que el mar de fuego era como agua ardiente. Trató de imaginar el cielo y pensó que serían playas paradisíacas.

Verse rodeado de aquellas personas sufriendo y gritando indefinidamente rompió la fortaleza moral que tenía Louis y comenzó a desesperarse a medida que descendían por aquel círculo del infierno.

- Harry, tú no eres malvado, sálvame. Llévame de vuelta, puedes evitar esto. Sabes que no hice nada malo, invocarte no es causa suficiente para merecer tanto castigo. ¿Por qué los demás se juzgan a sí mismos y a mí me traes por la fuerza?

- Porque aún no ha llegado tu juicio - sentenció serio e impasible.

Louis sólo lo tenía a él para ayudarle. Pero debía estar habituado a que otros le sugirieran lo mismo, seguro que no era el primero que le suplicaba la salvación. Tenía que encontrar alguna forma de convencerlo para que tratara de huir con él. Él no sabía hacia dónde podría ir, pero Harry tenía un poder al que parecían doblegarse todas las puertas del infierno. Si alguien podía sacarle de allí, era la persona que lo tomaba de la mano.

- Puede que tengas razón - aceptó Louis, sumiso, tratando de ganarse algo de su respeto.

Su fantasmal guía no replicó y continuó su descenso. Quizás estaba siendo un estúpido esperando encontrar una chispa de bondad en Harry. Al fin y al cabo, parecía dueño todo aquello.

- ¿A quién amaste tanto para merecer estar aquí? - preguntó él.

Harry no respondió de inmediato. Louis creyó que esquivaría la pregunta, pero finalmente habló.

- A un hombre comprometido. Mi condena es justa, por mi culpa murió él y su novia.

- ¿Y no se supone que cuando uno se arrepiente de sus pecados, Dios le perdona?

- Yo no me arrepiento de nada - dijo Harry.

Por primera vez se detuvo y le miró a los ojos. El dolor se reflejaba en ellos de una forma hermosa. Quiso hablar más de su historia, quería comprender qué había pasado para que Harry aceptara tan sumisamente permanecer en el infierno, en vida.

- ¿Por qué lo aceptas sin rebelarte? Puedes arrepentirte mientras vivas.

- Si me arrepiento... me separaré de él - dijo con mirada triste.

- Pero, ¿dónde está? No está contigo, ¿Por eso causas sufrimiento a tanta gente?

- El Diablo es celoso. Insultarme, burlándose de mi nombre, se paga con la muerte y la condenación eterna.

- No puede si la persona no lo merece – dijo Louis, enojado.

- Pero sí precipitar su muerte.

- Insinúas que si alguien te invoca con buen corazón y no merece la condenación eterna, ¿no acudes a su llamada?

- Soy el novio del diablo, no se le puede desafiar.

- ¿Y si te invocan con amor puro? - Louis necesitaba encontrar una fisura en su dolor -. Quiero decir, si se preocupa por ti y quiere que te devuelva al mundo sin más intención detrás.

- ¿Acaso me has tomado por un genio de la lámpara que concede deseos?

- ¿Estás aquí por amor a... cómo dijiste que se llamaba?

- Liam.

- Pide perdón por todo. Y luego pídele que salve también a él.

- Él no se arrepiente de nada. Al contrario cree que merece todo el castigo que le pueda caer. Que mientras más sufra, más alivio siente al estar conmigo en el infierno. Si yo me fuera, su condena sería completa y...

Atravesando el espejo. -Larry Stylinson-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora