Capítulo 14

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Narra Bill:

Cuando me dio la vuelta con cuidado para verme, yo gire el rostro mientras cerraba los ojos con temor.

-Bill..Mírame.- soltó de manera que noté su voz calmada ¿como podía estar calmado?

-Que me mires Joder!.- replicó zarandeandome de la chaqueta para que reaccionara.

Me quedé en shock ante aquello.

Esa voz logró sacarme de mis pensamientos.

Abrí los ojos de a poco. Debía hacer lo que me habia dicho que hiciera. Temía que me haga algo peor porque no sabía quién era y porque estaba ahí impidiendo irme.

Mi mirada se fijó en una playera. Pero no me atrevía a mirarle a la cara.

Me tomó de la barbilla fuertemente e hizo que le viera a la cara.

Sentí temor, un nudo en mi garganta se presentó impidiendo hablar .

-¿Qué pasó, Bill? - Me hablo enfadado. Su voz masculina resonó en mi mente. Se adueñó de todo lo que llamaba ser. Su seriedad me estaba incomodando. Y..cabe decir que el nudo en la garganta se incrementaba cada vez más.

-N-na.. nada.- respondí débilmente, su actitud me estaba asustando demasiado.

Cuando lo miré a los ojos, completamente lo noté fuera de sí. Aquellos ojos me miraban de una manera no muy convencido de lo que acababa de oír. Mi pulso se comenzó a acelerar yo frunci el ceño pero mis lágrimas acapararon mis mejillas otra vez. Acaso..¿Que estaba dispuesto a hacerme? No comprendía.. No comprendía nada. Mis ojos se aguaron completamente.. A cambio no recibí nada.

-Bien, Bill. Perfecto, no sucedió nada.- Me habló con cierto grado de enfado y noté que no se lo creía.

Mis labios tanto como mi cuerpo comenzaron a temblar.

Se alejó y exhaló aire bufando. Después de tenerme acorralado contra la pared hablandome de esa manera, ¿debía esperar algo bueno?

Se alejó e iba caminando de un lado para otro con lentitud y metiendo sus dedos entre su cabello haciéndolo hacia atrás.

Se notaba pensativo, yo lo miraba desde mi posición. Tenía el lujo de poder escapar en cambio no lo hice. Él encendió un cigarrillo y cómo lo estaba envidiando. No le quise dirigir la palabra tan vez me atacaría como un maldito animal. Bien, mis pensamientos eran de otro mundo.

Se apoyó en una pared mirando hacia no sé dónde. Disfrutaba ese maldito cigarrillo y yo aquí muriendo por uno.

Me lo quedé observando. Vestía un jean, su playera era algo ajustada, se le podía notar el torso bien trabajado así como esos brazos. Que envidia. Yo odiaba ir al GYM, me parecía algo estúpido y sin sentido. Subí la vista y me encontré con su mirada.

-¿Qué mierda me ves?.- gritó enfadado desde su lugar. ¿Que era lo que hacía allí? ¿Porqué me hablaba de ése modo?

Tenía la oportunidad de irme. No lo hacia ¿porque no lo hacía? Tanto miedo tenía le tenía o..? ¿Yo?..yo ¿miedo? jamás. Pero era un fastidio esperar ahí y ésa situación se ponía incómoda para mí. En cuanto me di la vuelta traté de caminar pero alguien me tomó del brazo.

Algo fuerte se instaló en mi pecho. Temor. El temor nuevamente había tomado cada fibra de mi cuerpo.

Suspire por lo bajo pero sentí sus manos en mis muñecas me estaban apretando, mi respiración se comenzó a agitar otra vez.

No quería mirarle pero se puso delante de mí. Por la oscuridad que había pude notar a penas que me estaba mirando algo serio.

Al mismo tiempo que se me acercaba yo retrocedia porque no queria tenerlo cerca. Retrocedí hasta chocar mi espalda con la pared. Me tenía acorralado como si fuera una maldita presa.

El Capitán [Versión extensa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora