Cap.8.: El hombre se destruye a sí mismo.

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ATENCIÓN: Antes de continuar, quiero aclarar que este y otros capítulos más, van a ser extremadamente horribles y no es algo que cualquiera pueda aguantar. Si eres sensible o te asustas con facilidad, no te aconsejo leer este capítulo. De hecho, yo he llegado a tener pesadillas, no es muy agradable. En serio, aconsejaría que me hicieras caso si eres así porque no es algo muy soportable. Gracias por tu atención. Y a los que no son sensibles, también os aconsejo precaución, pues si hasta la autora tuvo pesadillas, no creo que sea algo muy tragable para sus lectores. Muchas gracias a quienes leyeron esto y aquí va el capítulo.

¿Se han dado cuenta de que el último se dijo que el muchacho estaba bien? Pues eso dejó de existir en cuanto volvió al hospital.

Fue hasta ese punto que comenzó la auténtica pesadilla para este pobrecito. Ni se imaginan los hechos datados por experiencia propia que van a salir a continuación.

Pero no los narraremos nosotros, no. Dejemos que el propio enfermo exprese todo lo malo que pasó desde ese momento.

***

Me he visto a la obligación de escribir esto para que la gente comprenda las torturas tan fatales que me hicieron pasar los que me prometían una mejora significativa. Y esto lo hago no sólo con el fin de que muchas personas entiendan lo que me causaron, si no para que también vean cómo el ser humano se corrompe a sí mismo por considerar a alguien de su misma especie inferior.

En cuanto salí de mi casa, estaba tranquilo y pensando que sí, las pruebas dolerían, pero no me esperaba que fuese lo que me iba a suceder. Al entrar por la puerta de ese hospital, hasta el mismo momento de hacer eso y dirigirme a mi habitación, yo estaba feliz y, enfadado con ese sitio, pero esperé que lo que siguiera no fuera tan terrible. Y por desgracia, no fue así.

Lo primero que me hicieron nada más desnudarme, fue colocarme un aparato en la boca y comenzar a arrancarme cada diente de la forma más horrorosa que me hicieron nunca. Y digo eso no únicamente porque no me suministraron la anestesia, si no porque me arrancaron todos los dientes de una, sin ir en unidades. Me quitaron la mandíbula entera y sin previo aviso. ¿Ustedes saben lo que fue eso? Pero peor aún, ¿ustedes comprenden que luego mientras me desangraba de la boca, no hicieron absolutamente nada por aliviar mi dolor? A consecuencia de esto, perdí bastante sangre de mi boca.

Posteriormente, al ir a analizar mi estructura ósea la cual no tocaron por ese momento, lo que me hicieron fue inhumano. Sin ton ni son, me tumbaron en la cama y me amarraron mis manos y pies a ésta. Parece un juego de sadomaso, ¿no? Ni eso es tan horrible como lo que me hicieron. Aplicaron presión en las cintas que me tenían inmóvil de tal forma que fueran a amputarme las muñecas, y de milagro no se me cortó la circulación pero lo preferí así porque fue un dolor terrible. Y no se detuvieron hasta que de verdad me partieron aunque fuese un sólo hueso de mi cuerpo, el cual resultó ser mi fémur dejándome así sin poder andar por... Pues digamos que unos cuantos meses.

¿Y qué fue de mi sistema nervioso? Aún yo pidiendo piedad y gritando a pleno pulmón que se detuvieran, me hicieron un electroshock con el fin de ver si mi sistema nervioso respondía a los estímulos. Y créanme que no fueron una o dos veces las que lo hicieron, si no treinta y cinco veces causándome incluso quemaduras que llegaron a causar serios daños en mi piel.

Y ya que hablamos de piel, sin yo saberlo, me forzaron a beber una medicina la cual, en cuestión de pocos minutos, lo que era la piel de mis piernas y caja torácica, comenzó a caerse como si se estuviera descomponiendo. ¿Se imaginan el dolor tan horrible por el que pasé al sentir que mi piel se iba cayendo a pedazos que medían como un mando de televisión o algo así? Creo que sobran las palabras.

Observé mi figura en un pequeño espejo que había a mi derecha. Ahora sí que me habían convertido en un auténtico monstruo, mi apariencia no era la misma. Y eso provocó que yo terminase vomitando al ver en lo que me transformaron.

Al no contener mis pobres intestinos, les juro que lo que me hicieron en mi estómago, fue de lo peor. Sin anestesia, sin control y sin avisarme antes, comenzarón a rajar mi zona estomacal con el bisturí para tratar de encontrar la falsa anomalía que tenía en mis intestinos. Les pedí que se detuvieran, que parasen, e incluso que me matasen si hacía falta, pero no me hicieron caso... Y eso causó que al final acabase desmayándome.

Y en ese lapso que yo estuve sin conciencia, creánme que no sentí dolor, pero al despertarme, observé bien lo que me hicieron mientras mi cuerpo no reaccionaba. Mi pierna derecha sin piel, llegaba hasta los huesos, podía ver mi tibia a simple vista; Mi boca quedó hecha un desastre y se formaron unas costras terribles en donde estuvo una vez otra mandíbula aparte; Mi ojo... Estaba desviado, lo habían destrozado intentando quitar ese extraño tumor que se formó; Y el resto de mi cuerpo... Yo no era un humano en esos momentos. Y fue cuando les oí que me iban a abrir el cráneo que chillé socorro sin poder soportarlo más.

Juro por mi vida que si yo no hubiese hecho, pude haber fallecido en ese mismo instante. Cuando me sujetaron de las muñecas y trataron de sedarme, apareció la persona a la que, a día de hoy, le debo mi vida entera. Mi mejor amigo, Lars Ulrich, entró en la habitación y consiguió arrebatarles los supuestos sedantes que usarían conmigo, durmiéndolos a todos. Aquí, le abracé llorando y gritando histéricamente, ¿habría terminado mi castigo no merecido?

-Lars... Sácame de aquí, por favor. Mírame, mira lo que me han hecho, yo pidiendo que parasen y me estaban matando sin yo poder verlo bien. Por favor, llévame a otro centro médico, no quiero estar aquí más. Odio este sitio, si pudiera ahora mismo los quemaba a todos-Le dije, y sin escucharme bien, me levantó en brazos y me sacó de ese sitio.

Al llegar a mi hogar, me sentí muchísimo más debilitado que allí. Mis otros dos amigos me miraron en horror. Tras eso, llamaron a la policía y ellos me llevaron a un centro a que me tratasen muchísimo mejor. Y lo repetiré mil veces en mi vida, si mi amigo Lars no llega a estar allí, yo ahora mismo estaría bajo tierra.

La policía charló conmigo y mis amigos en el nuevo centro y ellos desde entonces, dejaron en quiebra el hospital y condenaron a los trabajadores a no volver a servir en sanidad nunca jamás. Y al malnacido que controló todo aquello, se llevó una pena de muerte mediante inyección letal la cual agradezco enormemente, siempre odiaré a ese sujeto.

Han pasado unos tres meses desde lo ocurrido... Y ahora estoy muy bien. En ocasiones, tengo dolores y esas cosas, pero estoy muy bien gracias a unas excelentes personas que se pusieron de mi parte e hicieron lo posible por salvar mi vida. A ese personal, también les debo la vida.

¿Ahora ven cómo el hombre se destruye a sí mismo tratando de beneficiarse a sí mismo? Sinceramente, yo perdí mi fe en la humanidad después de esto. Pero no del todo, puesto que me di cuenta de que hay gente que sí que son buenas personas y que consiguieron que mi vida volviese a ser como antes.

***

Más tarde, les comunicaremos el tratamiento que recibió en su nuevo centro. Contemplarán la enorme diferencia entre un centro y otro y entre unas personas y otras.

Nuclear Monster (Metallica, James Hetfield, Ciencia Ficción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora