Cap.3.: What's wrong with me?

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Ya eran las 18:30 de la tarde y estaba todo colocado y en orden en la casa de la banda. Tuvieron que ser 3 horas las necesarias para reorganizarse en su domicilio.

Allí, todos empezaron a notar los efectos de la radiación que muy probablemente respiraron. Cliff seguía tosiendo sin parar, pero no todas las veces terminó con sangre en las manos, cosa que le alivió bastante; Lars había tenido un ataque de asma cuando se bajaron del coche que luego se transformó en una presión en el pecho la cual le hacía ingerir pocos alimentos y quedarse tumbado en la cama, y Kirk llevaba con aerosoles desde que llegaron debido a que no dejaba de espectorar.

Pero James, por su parte, no notó ningún cambio en su cuerpo, por lo que tuvo que cuidar de sus amigos excepto de Cliff, quien era el que estaba menos grave que los tres.

Lo único que sentía por ahora, era una pequeña molestia en el ojo izquierdo. Pero eso lo tomó como símbolo de cansancio por el jet lag del avión que, aunque estaba acostumbrado a eso, siempre le pasaba factura.

-Cliff, ¿me notas este ojo hinchado?-Le preguntó mientras le quitaba a Kirk sus aerosoles, a pesar de que el dolor se hacía cada vez más intenso, trataba de ignorarlo preocupándose más por la salud de sus amigos que la suya propia.

-Sí, lo tienes un poquitín inflamado, será del avión. Pero si te sigue doliendo, me lo dices y se lo comunicaremos al médico cuando vayamos-Le comentó el bajista, más tarde comenzó a toser de nuevo, dio gracias a Dios que sólo eran flemas.

No le prestó más atención y le pidió a su colega que trajese Ibuprofeno para curar a Hammett. El baterista, por mientras, tomó un pañuelo de los que había en la mesa y se sonó la nariz lo más fuerte que pudo, encima de que casi se ahoga estaba congestionado.

De repente, la Metallimansion se convirtió en el Metallihospital. Todos menos uno andaban enfermos a más no poder y sólo podían ayudarse a sí mismos con medicamentos y jarabes que frenasen los síntomas. Aunque, a pesar de las circunstancias, prefirieron tomárselo de forma positiva y sin temer tanto por lo que les pueda pasar, si no pensando en que se curarían y que todo iría bien.

No fue hasta la hora de irse a dormir que las cosas pasaron de mantenerse en la línea a empeorar un poco. En especial por James, quien el pequeño dolor que tenía en su ojo izquierdo, se hizo más agudo y no supo ignorarlo por más que lo intentó.

-Iré a tomarme algo. Este puñetero ojo es tan oportuno...-Se dijo a sí mismo, Lars se acercó a él arropado con su manta.

-Si no te molesta, ¿me traes un vaso de agua, por favor? Se me hace muy pesado y forzoso bajar las escaleras...-Le pidió con cara de perrito degollado, el rubio se detuvo para mirarle a los ojos.

-Sí, no bajes las escaleras. Vete a la cama y espérame allí, necesitas estar tumbado lo más antes posible para no forzar tu pecho a que soporte más... Más "carga" al desplazarte, por así decir...-Contestó humilde y con toda la amabilidad del mundo, el danés sonrió y regresó a su habitación.

Al llegar a la cocina, pudo observar el estado de su dañado órgano del sentido de la vista mediante el cristal de la alacena. Estaba enrojecido y un poco más hinchado que antes, como si le hubiese salido un orzuelo. Dedujo los medicamentos que necesitaba y se dispuso a tomarlos para calmar la inflamación.

Estuvo unos minutos más allí bebiendo un vaso de zumo de naranja con la intención de poder aportar a su sistema los nutrientes que no obtuvo en la cena, puesto que en la hora exacta de la última comida del día no tuvo hambre y sólo comió una ensalada que se hizo él sólo.

Una vez acabó su bebida refrescante, caminó hasta la habitación de su compañero para entregarle el agua que había pedido hacía ya tiempo.

-Siento la tardanza, estaba bebiéndome un zumo. Pero bueno... Aquí tienes lo que me pediste-Le dijo dándole su vaso con una sonrisa en el rostro, el jovencito también sonrió antes de sorber el contenido en el recipiente de vidrio.

-Muchísimas gracias, James-Comentó amablemente, acto seguido el cristal rozó sus labios fríos.

-Buenas noches-Concluyó la voz de Metallica saliendo por la puerta, el castaño se despidió de él agitando la mano.

Ya por fin en su cuarto, se puso su camiseta del pijama, se quitó los pantalones y se metió en la cama para arroparse con las sábanas y caer en un profundo sueño.

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4:30 am.

Lars volvió a tener un ataque de asma en la madrugada causado por el frío y la mucosidad acumulada en sus fosas nasales. El único que le estuvo ayudando debido a que los demás no habían despertado, era Cliff.

-Venga, tranquilo. Bebe agua y respeta hondo. Coge aire por la nariz y expúlsalo por la boca-Trataba de reanimarle, entre el susto y la crisis los nervios se apoderaron del pobre danés a tal punto de que el bajista tuvo que llevarle al salón e, incluso, echarle agua fría en la cabeza.

Minutos después, el vocalista se despertó tras oír la irritante tos de su amigo europeo en el intento de captar aire. Al abrir los ojos, se tapó el izquierdo rápidamente tras sentir como un fortísimo pinchazo que le impidió levantar los párpados.

Sobándose un poco su ojo, sintió como un bulto duro y bulboso en la zona de éste. Entró en pánico por completo debido al tamaño de aquella protuberancia y salió corriendo al baño.

Una vez allí, encendió la luz y se miró al espejo... Lo que vio le dejó sin aliento.

Tras pegar un grito de magnitudes colosales, llamó la atención de Lars y Cliff y despertó a Kirk, su histeria no podía ser más grande...

-¡Mi ojo! ¡Joder, mi ojo! ¡¿Qué cojones le ha pasado a mi ojo?!-Gritaba como loco, todos corrieron a saber qué sucedía.

-James, ¿qué te pa... ¡Santo Dios!-Se echó para atrás el bajo, ahora le miraban horrorizados-Tío... ¿Pero qué es eso? ¿No te habías tomado una pastilla para que se te curara?-Le preguntó, el rubio todavía estaba horrorizado ante lo que vio en su propio cuerpo.

-Sí, joder, lo hice... ¡¿Pero cómo es posible que haya salido esto?!-Exclamaba, no se lo podía creer, realmente perturbador y, para colmo, no pudo abrir mucho el ojo.

-No lo sé, James, no lo sé... Lo primero de todo, tranquilízate, por favor. Respira hondo e intenta calmarte. Ahora, escúchame, no estés tenso y dime, ¿te duele mucho?-Trataba de calmarle Cliff, quien terminó tosiendo sangre debido a que forzó mucho sus pulmones al hablar.

-¿Estás bien?-Cuestionó antes de responder a la pregunta de su colega, éste levantó el pulgar-Pues... Sí, si me duele... No puedo abrir mucho más el ojo... ¿Crees que puede ser algo de la radiación?-Dijo nervioso, ahora más que histérico estaba asustado.

-No tengo ni idea... Escucha, recuerda que vamos a ir al médico el lunes, tenemos una oportunidad de saber qué es. De momento, por la mañana te daré otra medicina puesto que han pasado pocas horas desde que tomaste la otra pastilla, ¿vale? De todos modos, ¿quieres que me quede contigo aquí a ver si te duermes tranquilo y terminas ignorando ese dolor? Ya sé que resulta de niño pequeño esto, pero te veo incapaz de que lo rechaces tú sólo, aunque está bien si no quieres que sea así...-Proponía inseguro, Hetfield masajeó muy suavemente el bultito sintiendo de nuevo ese pinchazo tan molesto.

-Vale, pero... ¿Qué pasa con Lars?-Interrogó, el llamado que estaba detrás del guitarrista de la banda se dispuso a hablarle.

-No te preocupes, James. Ya se me ha pasado, ahora se te debe pasar a ti, ¿sí?-Comentaba, qué dulce a pesar de que estaba muy muy afectado, el lado generoso no se lo quitaba nadie.

-Me alegro muchísimo... En fin, ¿vamos a dormir, Cliff?-Dijo mucho más tranquilo, el nombrado asintió con la cabeza y cada uno regresó a su habitación, ahora pendientes del ojo de uno de sus componentes.

Nuclear Monster (Metallica, James Hetfield, Ciencia Ficción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora