6. MI RIVAL

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Lunes por la mañana, hoy es día de escuela. Ah después de las vacaciones volver a la escuela puede ser un poco molesto. Todas las vacaciones levantándome tarde, ahora tendré que levantarme más temprano, mis tardes estaran ocupadas a causa de las tareas y los proyectos del colegio, una molestia total.
Lo único que me gusta de volver del colegio, es que puedo ir y volver del instituto con Dann, se que a veses pasamos la mayor parte del día juntos pero, hacer esas cosas con Dann es lo que lo hace tan especial para mi. Como toda mañana me levante al sonar el despertador, y me prepare para ir a la escuela, a medias pude desayunar un café por que se me hacia ya tarde.
Tome las llaves de mi casa y sali, para ir a casa de Dann para que podamos irnos, al estar cerca de su casa note que el me estaba esperando ya afuera.

-Llegas tarde-. Dijo Dann con una sonrisa tierna en su cara.
-Lo siento, me demore más de lo que esperaba- Le dije agachando la cabeza
-Vamos antes de que se haga más tarde- Contestó Dann muy a prisa.

Nos fuimos rápido a tomar el autobús en la estación, nuestra escuela queda a más o menos unos 20 o 25 minutos de casa, el autobús iba muy lento y al parecer a Dann le molestaba eso, pues traía tremenda cara de desagrado. Aunque el autobús iba lento llegamos a penas a tiempo al toque de entrada de la escuela.

-Demonios Fer, deja de tardar tanto en salir, por poco no la contamos hahaha- Dijo Dann en tono burlón.

Después de eso nos dirigimos cada uno a nuestro respectivo salón de clase, yo iba en camino al mio estaba casi al otro lado de la entrada, y para nada es una escuela pequeña, detestó eso, siempre mi primer clase es haya, y siempre llegó tarde. Así que me apure y corrí un poco, de repente algo se me atravesó en mi camino y termine por tumbarlo.
Cientos de hojas salieron volando por todos lados, joder la eh cagado, pensaba mientras le buscaba la cara a quien había derribado. Le ofreci mi mano para que pudiera levantarse, ella la tomó sin pensarlo. Poco a poco ella se levantó, y poco a poco levantó su cara, era una cara no muy común, una piel demasiado suave, unos ojos grises, unas pestañas largas y sensuales, un cabello castaño largo y ondulado, y un lunar que resaltaba en su barbilla, un cuerpo delgado y parecía muy frágil. Ella me dejó impactado, nunca la había visto en la escuela, tal vez es de nueva por aquí.

-Lo siento, iba muy a prisa que no me fige que venias. -Le dije tratando de disculparme.
-No te preocupes no pasa nada-. Me dijo con una pequeña voz muy agradable.

Ahora que me había disculpado sólo me faltaba ayudarle a recoger las hojas que por mi culpa ah tirado. Lo bueno es que las hojas son blancas si no imagínate, estaría en tremendo problema. Asi que me apure a ayudarle a recoger esas hojas por que a mi se me hacia demasiado tarde para mi clase, y ya eh perdido diez minutos en mi primer día de colegio. Bueno no importa en realidad, ya me disculparse con el profesor la siguiente clase.
Por fin terminamos de recoger todas las hojas del suelo.

-Gracias, no era necesario que las levantarás también, lamento las molestias.- Dijo aquella chica un poco apenada.

Yo me quede un poco extrañado por lo que ella había dicho.

-No te preocupes yo te eh derribado, si me hubiese fijado tal vez esto nunca hubiese pasado. Fue mi culpa, es lo menos que puedo hacer para compensarlo. - Le conteste para que no se sintiera culpable.

Ella se sonrojo un poco y siguio alzando las hojas. Al fin terminamos de alzarlas, yo no quería llegar tarde a clase pero veo que no tengo remedio, soy un idiota causando destrozos a cualquier lugar en donde voy.

-¿A donde te dirigias?-. Le pregunte para romper el hielo

-Yo iba a la oficina del director a entregar estos papeles, soy nueva aquí así que, sólo me faltaba por entregar esto. - Me dijo esa chica tímidamente.

El Diario de FernánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora