Llegado un 17 de abril del 2014, mi mamá me dijo que ibamos a ver a la abuela, en tren, a Laprida donde viven mis abuelos. Mi mamá no sabia nada de que iba a venir un perro, menos un Dogo... En un departamento... Yo tenía escondido en el fondo de mi placard una sabanita, un tipo de colchón, chiche y todo para su llegada.
Cuando nos acomodamos bien en el tren, mi mamá saca algo parecido a una almohada... Era el colchón que tenia preparado para Igor.
-Mamá, de donde sacaste eso?- Le digo sorprendida.
-Ah, no sé, lo encontre por ahí- Me dice como si nada.
Yo no le dije nada para que todo sea una sorpresa. Nosotras volvíamos a casa el lunes 21 de abril. Yo pensé que ese dia iba a llegar Igor a casa, entonces no veía la hora de que sea lunes. Pero no fue así, Igor no llego el lunes que yo esperaba. Tuve que esperarlo bastante que aveces se me iban las ganas de tener un perro, pero pense que no podía decir que no, porque con lo que costo convencer a mi papá después se iba a ir todo a la mierda. Entonces no dije nada. Yo seguía esperando. Buscabamos con mi papa perros por la compu, nos recorrimos todas las veterinarias de Buenos Aires y nada. Hasta que fuimos a una cerca de casa y el tipo de ahí nos dijo que conocía a alguien que tenia un criadero de Dogos.
Los perros de raza no se consiguen mucho, también fuimos a un lugar especial de perros donde vos decis que raza estas buscando y te dan unos papeles con todos los criaderos de la raza que quieras. Pero todos eran en la provincia, la mayoría era en Merlo.
