-Mi nombre es Michael Hunter, estoy en universidad, tengo 21 años y...- decía de forma nerviosa a mis entrevistadores, me había asegurado de llenar mi solicitud de empleo de forma impecable, los datos, hasta me arregle para la foto que se ponía en ella.
-Gracias nosotros le llamamos- fue lo último que me dijo el empleado de recursos humanos antes de acompañarme a la salida de su oficina, sabía que no podría conseguir el trabajo, apenas soy estudiante, y no tenía experiencia, pero aunque sea. que me deje terminar de hablar.
Estaba muy molesto, chispas parecían salir de mi cabeza, ya escuchaba a mi hermano decir cosas odiosas como –Te dije que era inútil conseguir trabajo- y blah blah blah, cosas que ni al caso, sólo quería llegar a mi casa y quitarme este incómodo traje, que ni era mío, era de mi hermano, que por cierto se llama Samuel, es una horrible persona, o al menos eso me gustaría decir, nunca sé que es lo que está pensando, y aunque aborrezca esa actitud, desde que fallecieron mis padres él ha sido mi única familia, y sobre todo ha pagado toda mi educación, he ahí también la razón para la anterior entrevista, que involucra la siguiente discusión...
-Mich, ya te dije que no hay necesidad alguna para que trabajes- Me dijo mi hermano mientras cenábamos, él acababa de llegar de su trabajo como director ejecutivo en una famosa empresa, últimamente llegaba tarde y tenía que hacer viajes largos de negocios, no me quejo, es mejor así, yo tengo días en los que no puedo ni cargar con mi alma gracias a la universidad.
-Sam, sabes que aprecio mucho que hayas cuidado de mí, pero a veces me siento impotente de forma económica, con que tú te encargues absolutamente, déjame tener un poco de dinero para gastar y lo demás lo daré al mantenimiento de la casa y quizá en un futuro mi propio apartamento-
-Jajajajaja, ni lo sueñes, nunca dejaría que vivieras solo, sobre mi cadáver- me interrumpió mi hermano, con unos ojos furiosos –Ya lo dije, NO es NO- concluyó mientras levantaba su plato y cubiertos de la mesa.
...Esa era la misma plática durante las últimas semanas, definitivamente me estaba hartando de ser rechazado en cada una de las entrevistas de trabajo a las que acudía, y pensaba seriamente ser dependiente de mi hermano. –NO, NUNCA- esa noche debía afrontarlo, ser más firme que él y darle razones convincentes para poder ser más independiente, probablemente llegar a un acuerdo, no mudarme inmediatamente, digo, sé hacer todas las tareas del hogar, desde pequeño me he hecho cargo yo solo de esas cosas, hasta clases de cocina tome con tal de ser el mejor cocinero de la cuadra, ahora las vecinas siempre vienen a pedirme recetas. Como sea, mi meta era poder convencer a mi hermano de trabajar y estudiar, estaba seguro de que si me lo proponía podía lograrlo.
Y con esa misma mentalidad entre a la casa, sólo para ver a un muy enojado Samuel sentado en la sala mientras veía el noticiero vespertino.
-Veo que aun así fuiste a esa entrevista de trabajo, que te atreviste a robar de mis mejores trajes y de más- dejó salir con un suspiro mientras se masajeaba las sienes –Bueno y dime ¿Cómo te fue?-
-Amm, pues, veras- contesté yo, con mis horribles tartamudeos, siempre tartamudeaba cuando estaba nervioso
-Ya veo, apuesto a que ni te dejaron terminar de presentarte- dijo mi hermano a forma de consuelo
-No quiero oír eso de ti, él que decía que no lograría, en lugar de apoyarme- solté con un poco de enojo
-Válgame ya vamos a empezar, y yo que esperaba una tranquila cena por una vez-
-Pues pensaste mal, déjame te digo una cosa Sam, yo quiero apoyarte y al mismo tiempo ser un poco más independiente, poder moverme solo- ya empecé a gritar, sé que dije que sería decidido, pero una cosa es ser decidido y otra gritar de frustración, son partes de mí que supongo nunca cambiaran
-¿JA? ¿Crees que puedes vivir sin mí?- fue lo único que me dijo Sam en tono sarcástico, pero aun así calmado en comparación a mi tono enojado
-Por supuesto que puedo vivir sin ti, de hecho, esa es mi meta- mentí, claro que no era mi meta, pero ya abriendo mi boca llena de enojo, decía cosas que no debía.
-Bueno, lo veremos, aun así, no permitiré que vivas solo- y eso fue todo, Sam lo dijo con tanta calma que parecía que yo era el único loco enojado en ese momento, aunque por lo que había dicho significaba una victoria para mí, sentía que era el perdedor de esta batalla.
Y con ese sentimiento de vacío me dirigí a cambiar, elegí la primera ropa cómoda que vi sobre mi cama, la misma que me quite antes de ponerme el traje, usualmente soy muy organizado con mis cosas. Me termine de cambiar y guarde el traje, necesitaba enviarlo a la tintorería en la mañana, probablemente mi hermano me permita quedarme con este, es el único que me queda de su guardarropa.
Salí de mi habitación directo a la cocina, no habíamos cenado y necesitaba recargar mis fuerzas, miré a la sala y Sam ahora había cambiado a una película de acción, esa que tiene a Tom Cruise y la musiquita pegajosa, supongo que la más nueva, hace mucho que no iba al cine o veía películas propiamente, el tiempo que llega a consumir la universidad, a veces pareciera que estas en otro mundo absorto de modas o noticias. Mientras decidía que hacer de cenar saqué varias cosas del refrigerador, algo sencillo como unos omelette, ya que era un poco tarde, me dediqué a hacerlos mientras tarareaba el tema principal de ya mencionada película, se quedaba en mi cabeza cada vez que la escuchaba.
Terminé y puse la mesa, pensé que mi hermano estaría más inquieto por el escándalo que había armado hace rato, pero estaba más fresco que una lechuga, supuse que no había problema disfrutar viendo películas con él, al final estuvimos tan picados con la película que nos movimos a la mesita de café de la sala, definitivamente la escena donde baja por un cable y ponen una tensión horrible es mi escena favorita, recordé que me encanta esa franquicia, mi hermano y yo hacíamos la misma cara de estar envueltos en la trama que casi se nos olvida terminar de cenar, ya aparecidos los créditos recogí su plato y el mío para depositarlos en el fregadero.
Definitivamente se nos hizo muy noche viendo la segunda parte, mi hermano tomo el control y apagó la televisión
-Suficiente por hoy, como si no hubiéramos visto ya todas las películas, a bañarse y dormir- me dijo mientras ponía unos ojos de "si te hablo a ti pequeño"
-Ya lo sé, mañana es sábado, no hay escuela, y ya no estoy pequeño, pero no quiero desvelarme así que me voy- le contesté afirmando por milésima vez que era un adulto, pero al mismo tiempo haciendo caso a lo que mi hermano me decía, si ya había accedido a que tuviera trabajo, entonces ¿Qué derecho tenia de ponerme en contra de lo que me decía en ese momento?
Ya aseado, logré no caer desmayado en mi camino a la cama, definitivamente tantas cosas eran más que suficiente para agotar a un joven universitario, si con la misma escuela tiene para casi matarse, imagínense.
Pero, yo no esperaba lo que pasaría al levantarme, definitivamente era algo que ni en mis locos sueños hubiera imaginado...
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KEVIN
Teen Fiction-Dimensiones alternas, son pura fantasía- eso era lo que pensaba, claro tenia otras prioridades, la universidad es primero como decía mi hermano. Entonces me pregunto yo -¿Como demonios llegue a esto?- Michael es un joven universitario de 21 años, s...