No Ordinary Girl (Terminada)

Capítulo 18

2 semanas... 2 semanas pasaron desde que dejaron Los Ángeles, habían llegado hasta un pueblo de Kansas, lejos del océano, pero Niki no podía decir mucho más, su mente estaba en una nebulosa, funcionando en piloto automático, apenas hablaba, comía o hacía cualquier otra cosa.

- ¡Ya fue suficiente! – le gritó Safira, que, como había advertido Ariadna, también había ido con ellas

- ¿Qué? – preguntó Niki, alejando la vista de la ventana de la cabaña donde se hospedaban, que daba a una pequeña pradera, y más al horizonte, el pueblo propiamente dicho.

- Que ya fue suficiente de comportarte como zombie, ¿Es por Thomas?

- No voy a hablar de él con su ex

- Deberías ir a buscarlo a San Francisco

- Pero mamá...

- Tu mamá no te escucha llamarlo entre sueños – espetó Safira, sorprendiendo a Niki, era cierto, soñaba con Tom, la mayoría eran sueños agradables, pero más dolorosos al despertar. Y, compartiendo habitación con Safira, era obvio que la había escuchado, al contrario de Ariadna, que dormía en la otra habitación de la cabaña.

- ¿Ahora querés que estemos juntos? Pensé que lo querías para vos

- Mi padre lo quería para mi, y al principio pensé... ¿por qué no? Esta buenísimo, la pasábamos bien, pero...

- ¿Pero? - preguntó Niki alentándola a seguir

- Cuando lo veía con su hermanita... como la quería, la cuidaba... conmigo nunca fue así, no es que estuviera celosa, solo me hicieron dar cuenta de que quería algo más, y cuando lo hicimos... ni siquiera sentí nada, ahí fue cuando empecé a cuestionarme los planes de Bastian, volví al mar y empecé a hablar con Ariadna, ella me dio el empujón que necesitaba para terminar con Thomas

- ¿Y por qué lo estabas siguiendo hasta hace unas semanas entonces?

- Bueno... de vos si estabas celosa, además, quería alejarme de mi padre, como hicieron varios del clan, mi mamá incluida

- Es cierto, ni vos ni Ariadna hablan de ella

- No hay mucho de qué hablar, seguramente está en el medio del desierto del Sarah, lo más lejos posible de Bastian, pero estábamos ha blando de vos y Thomas, no podés dejarlo ir así de fácil

- No sé, mamá tiene razón, es peligroso, si Gloria me ve...

- Yo puedo acompañarte y cubrirte, no te preocupes por nada, solo de hablar con él

- Debe estar tan enojado porque lo dejé

- Te va a perdonar

- No lo dudo, es solo que... enamorarnos fue un error

- No, si te sentís tan miserable como te ves, sin ofender, no puede ser un error, nos vamos a San Francisco

- ¿Y qué hacemos con mi mamá?

- Aprovechemos que fue al pueblo y le dejamos una nota, la tía Ariadna es muy buena, pero también se equivoca, vos y Thomas tienen que estar juntos... hay un dicho, "el agua debe fluir" y yo creo que el amor también

- Ok, vamos a San Francisco – aceptó Niki, recuperando los ánimos

Al llegar a la ciudad natal de Tom y Rose, Niki agradeció estar acompañada por Safira, la sirena sabía la dirección de los White, Niki no. El barrio de Tom era de los mejores, y al llegar a una esquina, el corazón de Niki dio un vuelco, en el porche de una gran casa, rodeada de un bonito jardín, se encontraba sentada Rose, incluso a esa distancia se veía triste, Niki se olvidó de todo y fue hacia ella.

- ¡Rosie! – le gritó, la aludida levantó la cabeza y corrió hacia la joven, pero no precisamente a abrazarla, sino que empezó a darle golpes, no muy fuertes, pero se notaba que estaba enfadada

- ¡Me mentiste! ¡Me dijiste que íbamos a estar siempre juntos, Y después nos abandonaste! ¡Por qué! - chillaba

- Ya sé, rompí mi promesa, pero no tuve otra opción – dijo Niki, antes de darse cuenta que estaba citando a su madre, luego abrazó a Rose para que se calmara y continuó – Pero volví, vine a buscarlos, ahora si vamos a estar juntos, ¿Dónde está Tom? ¿Cómo está?

- No está muy bien, desde que nos dejaste... ha estado... bastante irritable, nunca lo había visto así, no sé como pueda reaccionar si te ve

- No me importa, tengo que verlo y explicarle todo – dijo Niki, Rose asintió, y comenzó a guiarla hacia la casa, Niki la observaba, se veía más... madura, dos semanas sola con la bruja de su madre y un hermano con el corazón probablemente destruido, la habían hecho crecer de golpe. Apenas entraron en la casa lo vió

- ¿Qué hace en nuestra casa? – le preguntó Tom a su hermanita

- Tom yo... - balbuceó Niki

- No me llames Tom – reprochó él

- Rose, dejanos un momento a solas por favor – pidió Niki

- Por supuesto, me voy a mi cuarto – aceptó la niña y desapareció por las escaleras

- Como te da la cara para venir a hablarme después de que me dejaste en L.A., sin despedirte, sin una llamada, un mensaje, nada

- Si tu madre no hubiera roto mi celular cuando me atacó, tal vez podría haberte llamado – pensó Niki, pero se quedó callada

- Fui a buscarte ese día, me recibió tu padre – continuó Tom - hablamos mucho, me dijo que te habías ido con tu madre, ¿y sabés que más me dijo? – preguntó, Niki negó con la cabeza

- Que no importa como las tratemos, no importa si las aceptamos o no, lo que son siempre va a estar primero, que apenas se aburren de los simple mortales como nosotros, nos dejan de lado

- Mamá y yo no somos así, ¡No hables de lo que no sabés! Y creía que no te importaban mis poderes – espetó Niki

- ¡No me importan! ¡Pero a vos si! ¡Sino por qué te fuiste!

- No me creerías si te lo dijera

- He visto muchas cosas increíbles desde que te conocí, te aseguro que puedo soportar una más

- No, no podés – pensaba Niki mientras negaba con la cabeza, como decirle a Tom que no estaba tan alejado del mundo de las sirenas como pensaba, como decirle lo que ella sabía de Gloria, de Safira – Por favor, te voy a contar todo en cuanto pueda, pero por ahora, solo puedo pedirte que confíes en mi, por favor... - suplicó casi sollozando, Tom la miró serio por unos instantes eternos y agonizantes

- Mientras no te vuelvas a ir – respondió por fin, una amplia sonrisa surgió en el rostro de Niki y lo abrazó con fuerza.