»Capitulo 1«

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-"Así que, Ximena. ¿No?"

-"Así es." -Dije con una sonrisa algo forzada la idea de pertenecer a unos de los colegios más "importantes" de la ciudad me parecía algo ridículo. Especialmente porqué a mí me gustaba mi colegio anterior. A veces faltaban sillas pero de ahí en más era agradable. Sí no hubiera sido porqué "Toda la família estuvo aquí. Debes de seguir con la tradición o dejarás de ser un Castro" estaría disfrutando mis vacaciones.
A veces mi família se toma todo enserio. De todos modos, siempre quise ser un Bieber. Ser pariente de Justin sería algo magnífico especialmente por su hermosura. ¿Qué estoy diciendo? Ni me gusta Justin. De verdad estoy dañada.

De estar dejándome llevar por mi conciencia no me di cuenta que la secretaría estaba hablándome.

-"Mmm, ¿Ximena? ¿Estás aquí? ¡Reacciona!" -Dijo ella algo estresada. Todavía que le pagan por estar sentada en una habitación con aire acondicionado y me trata así. Aunque debería dejar de pensar tanto y escuchar más. Justo como ahora.

-"Eh, sí. Perdón. Sólo que es un cambio muy drástico en mi vida. Lo lamento. ¿Qué me decía?" -Dije yo.

-"Dije que tu habitación es la 58. Las habitaciones se comparten junto con dos compañeras. Ellas deben de estar ahí. Cualquier duda puedes preguntarles a tus compañeras o a la encargada de tu piso. Esperó y disfrutes tu estancia."-Dijo ella. Noté sus ojos cansados. Talvez ser secretaría de un Colegio no era tan bueno.

Me alegro que de grande quiero ser albañil para así poder no-construir escuelas.
-"Gracias." -Dije yo.

-"¡Oh! Aquí están tus llaves. Las reglas de la escuela. Recuerda llegar puntual a tus clases con el uniforme adecuado." -Dijo ella. "Sí mamá" pensé.

-"Gracias. Que tenga linda tarde." Dije y me fui de ahí.

"No pienses en huir. No pienses en huir. No pienses en.."¿Qué? Éste lugar era hermoso. Espero y que a los albañiles que lo hicieron les hayan pagado muy bien. No podría describirlo. En el lado derecho, eran las habitaciones para las mujeres. En el izquierdo para los hombres. En el centro era la escuela. O éso suponía, ya que se veían salones, sillas y todo eso.
Cómo era un sábado, todos los alumnos estaban afuera. Se escuchaban risas, murmullos, conversaciones, de todo. Creó que me quedé pensando tanto que no me di cuenta que todos me veían. Es raro que lleguen personas nuevas ya que acababan de empezar las vacaciones. Pero mi família quería que "Conociera mi nueva casa" estoy completamente segura que querían deshacerse de mí.
Caminé hacía la derecha, a las habitaciones de las mujeres.
"Piso 3. Habitación 58" Decía el documento con todos mis datos.
Éste lugar tiene todo, ¡Tienen un elevador!. De verdad ésos albañiles son mis nuevos ídolos.
Subí hasta el piso 3. Caminé y caminé hasta encontrar mi habitación.
¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Tocar? ¿O sólo entrar? Era mi habitación también. Pero opté por la primera opción. La educación es lo primero, supongo.
Había tocado unas tres veces pero nadie me atendía. Había gente adentro, de éso estaba segura. Se escuchaban risas muy fuertes, talvez por éso no me oían.
Estaba apunto de subirme al techo y entrar por la ventana cuando recordé algo. Qué tenía una llave en mis manos. Bien hecho cerebro.
En cuanto la abrí sentí cuatro ojos encima de mí.

-"Tu debes ser la nueva compañera de cuarto. Soy Deida. Mucho gusto." -Dijo una alta con cabello hasta los hombros con una amplía sonrisa.

-"Y yo soy Nahomy. Mis amigas me dicen Tinni. Aún no entiendo la razón pero se me quedo." -Dijo una alta con un lindo y rubio cabello.

-"Soy Ximena" -Dije.

-"Bueno Ximena, cómo podrás ver. Hay dos camas con ropa encima y una vacía. Creo que es fácil adivinar cuál es la tuya." -Dijo Debani. No. Estoy mal. Deida. Soy pésima para los nombres.

-"Sí, esta bien. Gracias." -Dije y empecé a meter todas mis pertenencias a mi nueva habitación. La cuál no estaba tan mal. Teníamos un baño privado. Una televisión. Más que nada espacio. Y camas para cada una. La mía era la última. Junto a la ventana.

Empecé a sacar toda mi ropa y meterla en un mueble que estaba junto a mi nueva cama. Supongo que era para la ropa. Y si no lo era, ahora lo será.

-"Mmm, ¿Ximena?" -Dijo Nairobi. Digo, Nahomy.

-"¿Sí?".Dije.

-"Ahí no va la ropa." Dijo Deida- "¿Ves esa puerta color chocolate qué esta enfrente de ti?"

-"Sí. ¿Qué tiene?" -Dije.

-"Abrela." -Dijo Nahomy.

Me dirigí hasta la puerta y la abrí. Era un ropero. Podría ser más grande si estás brujas no tuvieran su ropa en ella.

-"Wow" -Dije. -¿Y porqué esta su ropa en mi ropero?" -Sone muy mal. Idiota.

-"¿Acaso crees que somos la PCA?. ¡No! Compartimos el ropero. Cada persona tiene dos cajones." -Dijo Nahomy.

-"Oh, bueno. Gracias." -Dije. Y volví a repetir lo mismo que hacía anteriormente, acomodar mi ropa.

Llevaba así unos dos minutos cuando se escucharon más voces.

-"¿Entonces? ¿Iremos?" -Dijo una de ellas. Quería concentrarme en lo mío pero fue inevitable. Empecé a escuchar su conversación.

-"¡Claro que sí! Niñas, hoy es el día en el cuál Odalys le hablará a su futuro esposo."-Dijo otra voz la cuál no reconocía.

-"Mi futuro esposo será Chris Evans. Pero obviamente éso solo pasa en mis sueños." -Dijo otra voz.

Me sentía mal y tenía calor así que salí.
Tenía 10 ojos sobre mí.

-"Niñas, ¿ustedes también ven a la niña que salió del armario?" -Dijo una alta. Con pelo largo y brackets.

-"¿Narnia? ¿Estás ahí?" -Dijo otra. Algo baja.

-"Es nuestra nueva compañera. Su nombre es Ximena." -Dijo Deida

-"¡Oh! Hola. Somos Odalys, Janeth y Britanny. Nos verás muy seguido por aquí." -Dijo la tercera. Era algo baja, y se veía muy simpática.

Wild HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora