MI DESVÍO DE CAMINO.

Capítulo 3.

-Samuel De Luque, el chico del apartamento...

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Samuel De Luque, un chico no muy diferente a Guillermo, desde pequeño consentido y mal criado, sobre protegido por sus padres ,egocéntrico y vanidoso. Hasta hace 2 años...

Su familia tenía una posición social muy alta, su padre trabajaba en una empresa como director y su madre agente de vienes raíces.
A falta de cariño le daban todo lo que pedía para quedarse callado criandolo con la idea de que si chantajiabas a las personas estas se quedarían calladas o arian lo que les pidieses, así hasta que murieron sus padres dejándolo con una familia de ambiciosos que lo dejaron en cuanto se le acabó el dinero, haciéndose responsable de si mismo y solo con un apartamento y una motocicleta.

Trabajaba todos los días de la semana, dejando solo la noche para el estudio.

Para su mala suerte el dinero se acababa y cada vez eran más las cuentas que debía, su última esperanza era rentar el cuarto que le sobraba del apartamento, si no, tendría que vender todo, hasta su preciada moto.
A un precio que el también reconocía, era exagerado, lo puso en renta esperando a su salvación.

Como todo ser humano Samuel tenía necesidadades y sabía muy bien como complacerlas, no se podía negar autocomplacerse en ningún momento mucho menos con el tipo de personas que entraban a la cafetería donde trabajaba.
No había duda de lo buenas que estaban las chicas, pero lo que mas le ponía era ver entrar a esos chicos fuertes pero no mas que el, con apariencia a actores o algo así... tenía gustos demasiado extraños pero nada fuera de lo común.

Últimamente le llamaba la atención ese chico pálido de ojos rasgados, ya sabemos quien.
Algo perfecto para Samuel, pensó en hablarle varias veces pero para la importancia que el daba, nisiquiera se molestaba en mirarlo.

Pasaron varias semanas y nadie estaba dispuesto a pagar esa cantidad, su última esperanza era un chico llamado "Guillermo", si el no accedía todo se iría al caño.
Quedo de verse con el y con la agente de vienes raíces, cita a la cual no pudo asistir ya que tenía que quedarse hasta tarde en el trabajo para pagar su inasistencia el día anterior.

Al final del día con una sonrisa llamo a la chica, para saber como había ido todo, y como era de esperarse el tampoco acepto, tenía que hacer algo, no podía vender todo sería un lio, pidió el numero de teléfono y personalmente llamo al chico dispuesto a bajar el precio.

-Buenas noches, ¿Guillermo Díaz?

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Hola:) otro capítulo, corto, lo se7-7 pero siempre escribo lo borro y así hasta que me gusta. No se como llamarlas pero veinte estrellas y subo el siguiente, necesito saber que alguien lee esto, si no estaría escribiendo sin motivo alguno;-; Adios...