Capitulo 2: Los lujos más grandes.

72 7 1
                                    

Mientras íbamos, pone la radio bajo y me dice:

— Me presento, me llamo Matías. Soy el hijo del dueño del hotel, vivo en Buenos Aires, y casi toda la temporada estoy acá.

— Un gusto, yo me llamo Nicolás, vivo en Buenos Aires, y vine con mis amigos un mes a descansar un toque jaja. Le conteste.

Mientras nos acercábamos, los vimos. Estaban todos corriendo por la vereda, como boludos que son y mientras que Matías se reía yo me ponía rojo de la vergüenza. Bajamos, agarramos su auto al nuestro y me dice: — Venís? Sonriendo.

Me quede pensando "es medio raro este chico". Me hice el boludo y le dije a Maxi y a Juanchi que venga conmigo; los otros boludos vinieron en la otra camioneta. Llegamos, me bajo, soltamos el auto y le agradezco, me da una palmada en la espalda y me dice:

— Cualquier cosa que necesites, pedí hablar conmigo en recepción.

— Dale, gracias capo. Conteste, mientras Matías se subía a su auto.

Nos miramos con los chicos y nos dimos cuenta que por fin habían arrancado nuestras vacaciones. Entramos todos a la recepción y era un palacio, literal. Tenía una alfombra roja que cubría todo el piso, sillones color negro, decorados en dorado, era un lujo. Dimos nuestros nombres, un flaco se llevo nuestras cosas para subirlas él. Fuimos a los ascensores y subimos. Estábamos en el piso 26, mientras subíamos los pelotudos de Agustín y Maxi jugaban con las luces del ascensor. Cuando se abrieron las puertas, vimos un pasillo largo, con una alfombra roja y un montón de puertas a los costados; nuestra habitación quedaba al fondo y cuando entramos, nos quedamos todos con la boca abierta.

— Esto es la gloría, miren lo que son las camas. Dice Lucas.

Juan, se fue corriendo a ver cómo era el baño. Y de allá se escucha "Noooo! Mira lo que esta bañera."

Nunca habíamos juntado tanta plata como para ese verano, de verdad. Era una habitación enorme, y tenía una vista hermosa el balcón, que daba a la playa. Preparamos las cosas y sin dormir, nos fuimos a la playa. Estaba llena de chicas con buenos.. Ustedes saben. Qué bien la estábamos pasando.

En una se levanta Marcos y dice "voy a comprar unas cervezas, quieren?". Lo miro y le digo, —Si, dale, te acompaño.

Estábamos yendo y con quién nos cruzamos? Con Matías. Me ve, y me saluda. Lo saludamos con Marcos y se nos acerca.

— Andan gastando un poco? Se ríe.

— Si jaja. Respondo con un tono medio seco.

Mientas tanto Marcos se había hecho el re boludo y se había ido a comprar. Le digo a Matías "Vamos?". "Si" me responde. Le hablo a Marcos; Matías interrumpe, y dice:

— Van a comprar cerveza? Quédense tranquilos que yo invito.

Lo miro a Marcos y me sonrió. "Bueno dale, pero venís con nosotros" respondo. Marcos puso cara de orto y se fue para afuera.

Nos lo tuvimos que bancar TODA la tarde. Llegamos al hotel, nos fuimos a nuestra habitación, y empezamos a pelear entre todos. Marcos, Maxi y Lucas que se quejaban de que era re cheto y los otros boludos que como no sabían que decir, saltaron con que era gay, que era re afeminado. Yo me entré a cagar de risa y les digo

— Miren si ese pibe va a ser gay teniendo toda la plata y pudiendo tener a la chica que quiere.

Se mete Agustín y dice — Uh, el novio ya lo defiende.

Le pegó y me cago de risa.

— Ya fue chicos, fue la primera tarde, no nos amarguemos. Dice Tomas.

— Si ya fue, les respondo.

Nos empezamos a bañar, y a preparar para salir la primera noche. Mientras yo me bañaba escucho que suena la puerta; no le di bola y me seguí bañando.

Cuando salgo, pregunto y Agustín me dice — Tu amigo, el putito y se ríe.

| Desde mis ojos |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora