CAPÍTULO II

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«CUIDADO CON LO QUE TE METES POR EL CULO»

Cuando llegué al estudio de Roger ya encontré allí a Andrés y a un chico guapísimo y musculoso que me sonrió con una boca de dientes perfectos y labios carnosos.

—Deja que te presente. Jorge, éste es Luca y ha accedido a ayudarte en el test de vídeo que vas hacer hoy. Él es actor y tiene experiencia con esto. ¿Ok?

—Ok —contesté estirando la mano en dirección al chico que me atrajo hacia él y me besó en cara.

—Encantado, Jorge.

—Igualmente, Luca.

Andrés parecía satisfecho porque hiciera buenas migas con Luca.

—¿Os traigo algo para beber, chicos? —Preguntó Roger.

—Si tienes un refresco o un té frío sería estupendo —respondió Luca.

—Tengo té en la nevera. ¿Para ti, Jorge?

—Lo mismo, gracias.

—Estupendo.

Cuando Roger salió, Andrés se acercó con una serie de papeles.

—Mira, Jorge, este es el contrato preparado por mi gestoría. Lo lees con atención y después lo firmas. ¿Ok? Luego me lo devuelves porque tengo que registrarlo.

Apenas había empezado a leer cuando Luca se acercó con dos vasos de té frío. Me extendió uno y bebió un poco del suyo. El sabor amargo sí que me sorprendió un poco, pero con el calor que hacía en el estudio lo tomé casi hasta la mitad de un solo trago.

—Andrés me ha dicho que quieres ser actor —dijo Luca sonriendo amistosamente.

—Sí. He estudiado arte dramático, pero todavía no he tenido una buena oportunidad para comenzar mi carrera.

—Pero estás al lado de una persona que puede ayudarte mucho. Andrés conoce a media España y también a gente de Hollywood.

—¿Tú has trabajado ya en la tele? Tu cara me suena, pero no sé de dónde.

—He hecho algunos trabajos en publicidad. Quizás sea por eso...

Sentí un pequeño mareo y parpadeé varias veces.

—¿Te sientes bien? —me preguntó Luca acercándose más y poniéndome una mano en la cara.

—Sí... sí... Me siento un poco mareado, pero quizás sea porque tomé el té frío muy rápido.

—Y hace demasiado calor aquí. Roger, ¿puedes poner el aire, por favor?

—Lo que tú digas, guapo. ¿Por qué no aprovecháis para quitaros algo de ropa? Así les hago una toma con el torso desnudo.

—Deja que te ayudo —dijo Luca adelantándose para quitarme la camiseta antes de que yo pudiera reaccionar.

Me quitó la mía y luego se quitó la suya.

—¿Has firmado el contracto, Jorge? —preguntó Andrés volviendo de la cocina.

—Todavía no.

—Pues fírmalo que tengo que salir. Me esperan en el estudio.

—¿No te quedaras para el test?

Esclavos del PlacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora