Los cálidos rayos de sol atravesaron mi ventana e iluminaron mi cuarto. Me estiré perezosamente en mi cama y me di la vuelta, tropezando con el primer volumen de mi saga preferida, Harry Potter y la piedra filosofal. Sonreí, tenía la costumbre de leerlo todos los años la noche antes de mi cumpleaños, soñando con que al día siguiente me llegaría la carta de Hogwarts y tendría que ir al Callejón Diagón a comprar la varita, la túnica, la escoba, los libros, ... Lo hacía desde los nueve años, pero después de los once, dejé de creer que era verdad, comprendiendo si no me llegó a esa edad no me llegaría nunca. Aún así lo seguía haciendo, era divertido pensar que al día siguiente se cumpliría mi sueño. Recuerdo que la noche anterior a mi 11 cumpleaños estaba tan nerviosa y tan ilusionada que dormí a los pies de la puerta de casa. Mis padres no se lo tomaron en serio, creían que se pasaría con la edad, que sólo era una obsesión pasadiza. Con el paso de los años se dieron cuenta de que no era pasadizo pero, al contrario que otros padres, siguieron sin darle importancia. Mi vecina, la señora Curtis, una vieja con dos gatos, llegó a darle a mis padres la tarjeta de su psicólogo una tarde que ellos le pidieron que me cuidara, asegurándole que yo necesitaba ayuda y que su psicólogo era ″muy rápido y eficaz″. Todo porque le hablé de Hogwarts, me vestí de Voldemort asustando a sus gatos y representé a dos papeles la batalla final de Harry contra Voldemort. En un momento de la representación uno de los gatos me asustó, chillé, y no se cómo los cristales del salón explotaron.
Desde aquel día le doy miedo.
- ¡Cariño, a desayunar! - grita mi madre.
- ¡Voy! - me levanto, me visto y bajo rápidamente.
- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! - exclaman mis padres sonrientes, sosteniendo una tarta preciosa de varios pisos en las manos. He llegado a la conclusión de que mis tartas de cumpleaños las hacen ellos mismos la noche antes, porque el día anterior registro toda la casa y no veo ni rastro de ellas, y tartas tan grandes como esas se ven fácilmente y son difíciles de esconder. Una vez les pregunté si mis sospechas eran ciertas y mi madre se puso nerviosa, para luego contestarme que era un secreto. Si tuviera que describir a mis padres en una palabra, sería raros . No sólo porque los dos son pelirrojos y tienen unos ojos verdes muy profundos, sino por su carácter tan extraño. Desaparecen cada año días exactos que no coinciden para nada, ni siquiera el mismo mes, y son muy cerrados con la gente. Además, cuando a veces al enfadarme o emocionarme mucho he hecho cosas extrañas por las que la gente se asusta, ellos no le dan importancia, mientras que la madre de mi mejor amiga, según ella, habría llevado a su hija a un manicomio.
- Cielo ¿estás bien? - mis padres siguen con la tarta en las mano, esperando a que reaccione.
- Sí - me río - ¡¡Gracias!! - pido un deseo y soplo las velas. Entramos en el salón y veo que la mesa está dispuesta como si fueran a venir unas 10 personas más. Me giro confundida a mis padres.
- Mamá ¿qué significa esto? ¿Quién...? -me interrumpe un fuerte crack y aparece un hombre en mi chimenea.
- Pero ¿qué...? - Crack. Una mujer. Otros dos cracks. Dos niños. Cinco cracks más. Más personas. Me estoy empezando a asustar. Otros dos más y parece que ya no vienen más personas. Me quedo mirando a uno moreno que me resulta familiar y casi me caigo del susto. ¿Qué diablos?
- Cariño, no te asustes, pero tenemos algo que contarte - dice mi padre muy serio. Mi madre asiente.
- Ya sabes quiénes son ellos, ¿verdad? - pregunta mi madre.
Sospechas confirmadas.
Ayuda.
¿Alguien puede explicarme qué hacen los Potter - Weasly y los Weasly - Granger en mi casa?
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∞Potterhead∞
★ Travesura realizada ★
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Maga por sorpresa, la prima de Ron Weasly (Harry Potter)
FanfictionHola, me llamo _____ y soy metamorfaga. Esta es la historia de cómo cambió mi vida cuando cumplí 13 años. Yo era una chica normal, con unos padres normales y una vida normal. Vivía en _____(tp) y era muy fanática de la saga Harry Potter, cuando era...