C I N C O

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-Eres lo que yo más quiero, lo que yo he soñado amar... eres mi rayo de luz a cada mañana... y sin pensarlo el tiempo me robó el aliento, qué será de mí si no te tengo? Si no estás conmigo se me escapa el aire, corazón vacío. Estando en tus brazos sólo a tu lado siento que respiro... No hay nada que cambiar, no hay nada que decir... Si no estás conmigo quedo entre la nada, me muero de frío. Ay! cuanto te amo, si no es a tu lado pierdo los sentidos... Hay tanto que inventar, no hay nada que fingir.-



Sebastian

Seguía dándole vueltas a la apuesta de mis estúpidos amigos; despues de Ginevra habían prometido no seguir con ese tipo de ridiculeces, pensé lo imbécil que fui aceptando de nuevo. Daniel estaba acostumbrado hacer apuestas con todas las chicas que se le atravesaban, sus conquistas o cualquiera de nosotros, no las votaba de la peor manera eso sí, pero sé que sufrían, era obvio por su forma de mirarlo después, no las culpo ni las juzgo por pensar que yo soy igual, si había tenido un pasado algo similar o casi peor, pero pare cuando me dí cuenta del daño que ocasionaba, de cómo la gente cambiaba después de una decepción amorosa, entonces yo cambié por completo, sin duda alguna no dejaba de pensar en que sentían aquellas chicas que había dejado sin pensar ni en ellas ni en nada. No era el peor hombre del mundo, pero era el peor con ellas, las ignoraba, cuando antes era alguien encantador siempre pendiente de sus deseos, no me enorgullezco de los recuerdos de mi pasado, más bien me dan asco, pero aún así me alegro de haber decidido cambiar, ¡Dejar el pasado atrás!... Me repetía en todo momento,

Así fue, lo intenté, dejé de pensar en todo eso, y sin dudar entre a la plataforma de la universidad, me propuse a buscar la información suficiente sobre Eliana, así que entre al curso de filosofía sabía que en la base de datos del grupo si buscaba su nombre y efectivamente allí la encontraría, Eliana Lizeth Moncada. Que lindo nombre, y que suerte de que fuera la única Eliana en el curso, pensé.

Esto era suficiente para buscarla en Facebook y poder hablarle por inbox. Estaba resuelto a conocerla cada vez mejor.

Le envíe la solicitud, y como era lógico no la aceptó de inmediato, sino unas horas después, cierto estaba muy ansioso, tenía nervios de que pensara lo peor de mí, ok ella no me conocía pero ¿Quién entiende a las mujeres? Y además mis amigos no ayudaban. Así que apenas me llego la notificacion de aceptacion, le hablé.

Sebastian B: Hola

Estaba conectada y antes de arrepentirme decidí escribirle. Pensé que no iba a responder hasta que el "escribiendo.." apareció en mi pantalla

Eli: Hola.

Decidí escribirle con mala ortografía para ver como reaccionaba, se la veía tan aplicada que seguro eso la desquiciaría, además, quería ver su reacción, de sólo imaginarla me causaba gracia.

Sebastian B: Spero no t molest, q t haya agregado, eres muy difícil d ncontrar n la Uni :P.

Ok,hasta yo me estaba riendo de mí mismo por esa horrenda forma de escribir.

Eli: Sí tú lo dices, te creeré. ¿Cómo conseguiste mi cuenta? .

Sabía que me iba a preguntar eso, y no le diría la verdad, por eso le dije una mentirilla piadosa.

Sebastian B: Puc "Eliana" y busqe las fotos, gracias al cielo, tienes 1 tuya y no d 1 perrito

Intenté sonar gracioso, esperaba haberlo hecho. Fruncí el entrecejo mientras leía su respuesta.

Tal vez... No fue coincidenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora