Era un chico ideal para Juana.
Después del cumpleaños ellos se seguían juntando. La mamá no sabía nada de este "romance".
Juana le decía a su mamá que se iba a juntar en la plaza con las amigas, pero en realidad iba a ver a Juani.
Esos encuentros "secretos" eran hermosos, donde cada vez que se encontraban Juani la recibía con un dulce beso.
Era la primera vez que Juana se sentía tan feliz pero a la vez rara, lo que más odia Juana es mentirle a su madre pero como dice ella hace todo por amor.
Los encuentros cada vez se volvieron más normal; veían películas mientras comían pochoclos, en especial de terror donde Juani se hacía el que se agarraba la cabeza pero en realidad estiraba su brazo para abrazarla.
Todo esto pasaba en la casa de Juani donde la mamá nunca estaba porque trabajaba mucho.
La mamá de él, de Juani, era de esas personas que no se preocupan en sus hijos; que le da lo mismo lo que hagan, que solo se fija en ella, donde casi todo el día están en sus trabajos y no tienen tiempo para nada.
El único que sabía de este romance era el hermano de Juani, Lucio.
Lucio tenía un año más que Juani y Juana, tenía 18 años, era mujeriego, esa clase de personas que tenía novia y mientras le tiraba onda a otra, era todo lo contrario a su hermano. Lo único bueno que tenía era que los cubría en sus travesías