Capítulo 13.

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El silencio se mantuvo hasta llegar al tercer y último piso. Seguimos hasta el fondo. Este trayecto lo habíamos hecho ayer, y sabía que nos estábamos dirigiendo al salón audiovisual. Miré a Harry de reojo y me adentré al lugar. Todo estaba como antes, sólo que ahora en el escritorio habían carpetas y hojas. Al parecer ahora el trabajo sería en serio. La puerta se cerró a unos metros de mí y, segundos después, sentí una mano chocando con mi trasero. Di un pequeño salto y volteé hacia Harry.
-¿A qué va esa nalgada?-fruncí el ceño.
-Tu trasero me está coqueteando hace rato-se alzó de hombros, como si lo que hubiera dicho haya sido lo más normal del mundo.
Rodé los ojos e hice caso omiso hacia su estúpido comentario. Tomé una de las sillas del final del salón y la arrastré hacia el escritorio, quedando con Harry frente a frente en nuestros sitios. Aún había silencio, como aún Harry no dejaba de mirarme de esa forma tan penetrante y sensual. Desvié la mirada y fijé la vista en las guías de preguntas que estaban sobre la mesa.
-¿Y bien...?-pregunté.
-Toma-me tendió una hoja con preguntas-. Debes responder todas las preguntas y hacer un informe de lo que significa la felicidad.
Fruncí el ceño en confusión y aclaré mi garganta.
-¿Qué es la felicidad?-leí, citando la primera pregunta.
Wow. Difícil pregunta. ¿Qué es la felicidad? O, al menos, qué era para mí? Era algo idiota, pero no sabía qué era la felicidad. Siempre viví neutral; ni muy bien ni muy mal. No sabía qué podría llegar a ser la completa felicidad. Intenté no mostrar ignorancia respecto a la pregunta, por lo que me mantuve concentrada intentando buscar una respuesta que nunca encontré. Miré a Harry por debajo de las pestañas y, para variar, sus dos grandes pupilas estaban fijas en mí, en cada uno de mis movimientos, esperando una respuesta de mi parte. Pasó su lengua por su labio inferior y luego por el superior. Él sabía que no me podría resistir en ningún momento. Y agradecí mil veces a Dios por que su celular comenzara a sonar sobre la mesa. Pero lo odié mil veces más por ver el nombre que parpadeaba en su pantalla: "Jennifer". Harry tomó el celular entre sus manos y alzó las cejas hacia mí con un aire de cansancio. Rodé los ojos.
-¿Es que acaso no entiende que estás en el trabajo?-resoplé enojada.
-Me pregunto lo mismo-susurró antes de levantarse y atender.
¿Se pregunta lo mismo? Oh, vamos, es tu novia, Styles. ¡Deberías estar feliz! Aunque... ¿él es realmente feliz? ¿Esa zorra lo haría tan feliz como él quería serlo? Suena egoísta, pero... espero que no.

La Filosofía De Amarte |styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora