Y sin darme cuenta, estaba viviendo mi cuento de hadas.
En realidad no era nada mágico, no era nada del otro mundo, ni esperaba que hubiera un final feliz como en aquellas películas de Disney.
Pero yo era feliz a tu lado, y por eso podía considerarlo un cuento de hadas.
No había día en el que no me despertara pensando en tu sonrisa.
Deseaba verte para poder agarrarme a ti, y no soltarnos y cuando no estabas conmigo deseaba dormirme para poder soñar contigo.
Y se que esto va a acabar en algún momento, porque es aquella parte de las películas que no se ven después del "vivieron felices y comieron perdices". Pero por eso voy a disfrutar de cada momento y no pensar en ello, en nuestro último beso