DESTINO

Capítulo 21:Reunión

Quiero agraceder a quien se tomo la molestia de leer mi historia, espero que les haya gustado y espero que comenten sus opiniones.

Quise darle un final rapido, ya que pronto iniciare clases y no tendre tiempo de seguir actualizando seguido.

Bien, les dejo el ultimo capítulo de DESTINO, les invito a leer mi otra historia, y a esperan las proximas.

En el video la musica que tocaba Kaoru

Gracias :)

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Aimi:

Han pasado ya 5 años desde que Kaoru murió, Kai, Naru y Rokuro, decidieron quedarse en este país, según ellos para cuidarme, la guerra había terminado con nuestra victoria que logramos gracias al poder que Kaoru nos dejó, concentrándolo en la espada. Ryu se casó 2 años después de que la guerra terminara y hoy venia de visita al castillo. Mis padres murieron tiempo después y yo me convertí en la Reina, no me case porque sentía que algún día Kaoru regresaría y decidí esperarlo.

-Aimi, hola ¿Cómo has estado? –pregunto Ryu llamando mi atención ya que me encontraba sentada tomando el té en el jardín.

-hola Ryu, bien ¿y tú? –pregunte indicándole que se sentara

-bastante bien –dijo sonriendo

-hola majestad –saludaron los chicos que habían regresado de recorrer el pueblo.

Ellos comenzaron a platicar animadamente sobre lo que había pasado en todos estos años mientras que yo solo escuchaba.

Una música empezó a sonar era un...

-un violín –dije, los demás solo dejaron de hablar

-es cierto, pero ¿Dónde es? –pregunto Ryu, yo solo pude pensar una sola cosa

-volvió –grite y salí corriendo siendo seguida por los demás.

Corrí atravesando el jardín, rumbo al bosque el cual era iluminado por el sol del mediodía.

-¿Quién volvió? –pregunto Ryu mientras corria detras de mi

-Kaoru –voltee a verlo mientras sonreía

-¿estas segura Aimi? –dijo Ryu entusiasmado

-sí, rápido

Atravesamos el bosque escuchando la melodía que se volvía intensa, estábamos cerca, demasiado cerca hasta que llegamos a un espacio en donde los arboles formaban un circulo y donde la luz del sol se filtraban iluminando así mismo las hojas caían como una lluvia y el viento soplaba despacio, como si todo estuviera escuchando aquella melodía que fluía como si se tratara de un rio, suave como caricias. En el centro de tan magnifico explendor estaba Kaoru, mantenía sus ojos cerrados mientras que sus manos se movían con su elegancia que lo caracterizaba, nadie se movía, todos estaban callados observando la magnificencia de aquel ser que a pesar de ser un humano mostraba una belleza que solo se podía comparar con los dioses. Incluso cuando termino de tocar, nadie dijo nada.

-gracias por venirme a recibir –dijo Kaoru abriendo sus ojos que seguían siendo de color azul intenso, ahora su cabello era largo y brillaba el color negro del mismo.

-Kaoru –dije y corrí a abrazarlo –te extrañe tanto

Kaoru:

-por fin he vuelto Aimi –dije correspondiendo su abrazo

-Tsu –dijo Ryu mientras se unía a nuestro abrazo y lloraba en silencio –no sabes cuánto te extrañe mi pequeño

-lo siento, no pensé que tardaría tanto –dije comenzando a llorar y ellos se separaban de mi

-eso ya no importa, por favor ahora solo tienes que prometernos que nunca te volverás a ir –dijo Aimi limpiando mis lágrimas.

-se los prometo –dije limpiando el resto de lágrimas y sonriendo –nunca los volveré a dejar, esta vez estaremos juntos por siempre.

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Normal:

10 años después

-Date prisa Kumi o te dejamos –grito un niño de cabello negro corto

-ya voy, espérame Hiro–dijo la niña de cabello castaño que corría en dirección donde estaban dos niños.

-tardaste mucho Kumi –dijo el niño de cabello negro pero largo

-lo siento no corro tan rápido como ustedes Yuki –dijo Kumi en su defensa

-vamos, tenemos que volver antes de que nos regañe el tío Kaoru y se lo diga a mi papá. –dijo Hiro.

-papá no creo que se moleste tanto como el tío Ryu –dijo Yuki

-mejor no averiguarlo –dijo Kumi corriendo al frente y seguido de los dos pequeños

Los niños corrían atreves de un bosque, hasta que por fin llegaron al castillo en el que se encontraban sus padres.

-silencio, vamos –dijo Hiro mientras se escabullían de cuarto en cuarto, pero al llegar al salón del trono una voz los detuvo.

-¿pensaron que no nos daríamos cuenta que se escaparon? –pregunto Kaoru mostrando una sonrisa divertida al ver que sus pequeños hijos y su no muy pequeño sobrino pegaban un brinco por el susto que les había dado.

-papá –dijeron la pequeña Kumi y el pequeño Yuki

-saben que si quieren salir pueden decirnos ¿Entonces porque se van sin decir nada? –pregunto Aimi caminando hasta donde estaban los niños.

-lo sentimos, solo queríamos ir a las ruinas del castillo –dijo Kumi bajando su mirada

-ese castillo ya no tiene nada de especial –dijo Ryu a pareciendo por la puerta.

-tienes razón, además es mejor que no vallan, pronto la barrera desaparecerá y se vendrá a bajo las ruinas –dijo Kaoru tomando en brazos a la pequeña Kumi que lo miraba triste.

-y si eso ocurre ¿no se perderán sus recuerdos? –pregunto Hiro

-eso no pasara además hay veces que debemos dejar los recuerdos en el pasado y disfrutar nuestro presente –dijo Aimi

-Bien es hora de dormir –dijo Ryu tomando la mano de su hijo Hiro, así mismo Aimi tomo la de Yuki y Kaoru llevaba cargando a Kumi.

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-La orden está al tanto de los poderes que nuestros hijos tienen ¿será seguro Aimi? –pregunto Ryu mientras veía por la ventana.

-no lo sé Ryu, no he tenido una visión sobre el futuro de ellos –contesto ella

-no se preocupen Yuki será capaz de protegerlos, él no solo heredo mi poder sino también...bueno puede ir en contra de la orden...él...confió en que podrá lograrlo, ya que no tiene un destino escrito, así que Yuki no tendrá restricciones como nosotros, será difícil y puede que doloroso pero lo lograra. -dijo Kaoru viendo un libro antiguo.

-¿y qué podemos hacer para ayudarlos? –pregunto Aimi

-desgraciadamente nada, más que observarlos –dijo Kaoru volteándolos a ver.

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Kaoru:

Destino es aquella fuerza desconocida de la que se cree que actúa de forma inevitable sobre las personas y los acontecimientos.

Esa fue la palabra que marco mi vida, desde que nací y aunque muchas veces me pregunte ¿por qué yo?, al final nunca obtuve respuestas, al menos no las que yo quería, ahora por fin logre terminar con mi condena y puedo disfrutar de mi vida junto a mis amigos y mi familia, mi sueño por fin se hizo realidad.